Por Jerry López, paciente de ataxia, de México.
¡Hola amigos! Reaparezco porque he leído sobre el tema del positivismo y, como soy divagador y rollero, pues les pego mi opinión. Como siempre en mis “mailongos” me explayo. Por ello, les disculpo si no lo leen completo, porque lo más seguro es que se duerman... je, je.

Lo positivo, literalmente, no es otra cosa que el lado opuesto de lo negativo... y viceversa. De modo que todo en este “mundo mundial” se basa en un equilibrio entre los polos, séase, pues, positivo y negativo. Y hasta donde sé, pues todo (entiéndase TODO) y TODOS tenemos ambos... o de plano no existiríamos.

Yo no comulgo con la idea de miles de mortales al hablar de positivismo, porque la gran mayoría lo hace sólo por agradar, por impresionar, por autoprogramarse, y por alimentar un ego que ni siquiera pueden medir... y, además, lo hacen de dientes para afuera, porque la mayoría profesa eso de “Hágase tu voluntad, señor, pero con las vacas de mi vecino”. Y la gran mayoría ni siquiera lo entiende. Por ello, sólo te recomienda archivos de diapositivas, videos, libros y hasta conferencias. sin aportar nada personal. Y, aunque confieso que alabo eso de la actitud, porque, a fin de cuentas, la actitud lo es todo. De hecho, por ejemplificar, las mujeres más bellas, o los hombres más apuestos, no son en realidad los de mejor figura o belleza, sino los de mejor actitud sexual, o sensual, por decirlo así. Y si bien es cierto que la actitud lo es todo, para mí, las actitudes también encierran sus propias trampas, porque todos somos muy buenos actores.
No doy pie, ni doy espalda, a nada. El vivir día a día, sin esperar imposibles, es ya, de por sí, un mérito. No todos pintamos con la boca, ni corremos maratones, ni estamos dispuestos a dibujar en nuestro rostro sonrisas idiotas para demostrar una fortaleza que carece no de de sentido, sino de sentimiento.
No apruebo el suicidio, y reconozco que aunque muchos suicidas son catalogados como cobardes, la verdad es que son demasiado valientes. Y, con ello, digo que alguna vez he pensado en esa salida (que de verdad es una entrada), pero me dije, y repetí, y sigo repitiendo, que no es una alternativa justa, porque, si bien la vida que me ha tocado vivir me ha robado tantas cosas, al menos no le daré el lujo de que me robe mi muerte, ni tampoco de que amargue mi existencia. Mi muerte llegará cuando tenga que llegar, ni un minuto antes, ni uno después. En tanto a mi existencia, lo mejor es que sea de mi agrado... y yo del de ella.
Sigo como muchos adelante cada día, en una lucha que todos entienden, pero que pocos comprenden. No necesito mostrar sonrisas idiotas o falsas para continuar. A fin de cuentas, a nadie, aparte de mis amigos o familiares, les importa si estoy bien o mal. Por la simple razón de que nadie puede hacer nada al respecto (y aquí, ni siquiera mis amigos o familiares). Positivo y negativo... polos, al fin y al cabo. Yo tengo de los dos... como todos... y me doy el derecho de usarlos a mi entero gusto, conforme se me dé la gana: me encanta ser positivo y gozo, como enano, al ser negativo, porque a veces lo soy sólo por fastidiar. Es mera cuestión de elección. Y esa capacidad de elegir y utilizarla a mi simple gusto, o conveniencia, es de alguna manera la verdadera definición de “ser positivo”.
Ser positivo, para mí, entonces, es simplemente tener un corazón bueno y una actitud acorde. Y eso no significa ser un ángel o un ser de otro mundo. Es no desear el mal a nadie. Tal vez, no ser hipócritas deseando el bienestar del prójimo, pero sí procurar nuestro propio bienestar. Y con eso, le haremos la vida mejor al menos a quienes nos cuidan: mostrar una sonrisa franca, por deseo, y no una sonrisa estúpida, por obligación. El dar lo mejor y quizás hasta lo peor, pero con respeto, con cariño, con sinceridad, y por convicción propia, y no ajena. El ser positivo es, tal vez, simplemente, manifestar nuestros problemas, pero no acosar a quienes nos rodean con quejas, malestares, y tragedias. Es, tal vez, no hastiarse de pasado, pero sí colmarse de presente, dejando espacio para un futuro... y no acabar pronosticándoselo de antemano, sea para bien o para mal. A fin de cuentas, ése hará lo que se le venga en gana, sin importar nuestra opinión.
********************
Sección "PowerPoint del día":
Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, hacer click en:
La manzana de Eva.
********************
¡Gracias, Jerry!.
ResponderEliminarMuchos estamos de acuerdo con tu teoría, aunque no sepamos explicarla. ¡Estupendo texto!.
Un abrazo.
Miguel-A.