Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Diego Sánchez Cordero, paciente de ataxia, de Don Benito (Badajoz).
Extraído (excepto ilustraciones) del blog del autor: Cachos de vida. Fecha 11/08/2012.
Original en: La petaca de tabaco.
Haciendo memoria, recuerdo a fumadores de otros tiempos, cuando fumar estaba bien visto, y la costumbre no estaba tan perseguida como ahora. La gente fumaba cualquier cosa que ardiera. Quizá, porque el tabaco no lleva tantos aditivos, era más ecológico, y perjudicaba menos la salud, ya que para los fumares más pobres, el humo de tabaco iba, casi directamente, de la mata a los pulmones.
Un lugar destacado en estas pequeñas historias, merece la petaca... que en muchos lugares era artesanía primorosa de pastores: Un recipiente de cuero, donde se guardaba el tabaco y el librito de papel para liar los cigarros. Ofrecer la petaca para echar un cigarro, era una buena forma de romper el hielo de un encuentro, mostrarse amistoso, y con la mejor voluntar para iniciar una conversación. Los nervios se calmaban mientras se seguía con calma el ceremonial de liar el cigarro, encenderlo, y darle la primera chupada. Y hablaban los hombres, debatían, discutían o cada uno pensaba en sus cosas, mientras, entre chupada y chupada, se iba consumiendo el cigarro, y llegaba el momento de la despedida.
Nota 1ª del administador del blog: Es este punto, inserto un video, alojado en "Youtube"... con una canción de Manolo Escobar. Lo que dice la letra es imperdible: "Un hombre se gana con un cigarrillo. / Parece mentira que pueda pasar. / Lo poco que cuesta tener un amigo, / y qué pocos hombres lo quieren ganar. / Cada uno va a lo suyo... ya no existe humanidad...".
Todos hermanos:
Los jóvenes no fumaban delante del padre hasta que no se licenciaban de la mili, otros hasta que no se casaban, y otros, nunca. Esta costumbre no era igual con las madres, que casi siempre eran más permisivas. Como todas las reglas, también ésta tenía sus excepciones... y también había mujeres que fumaban a escondidas.
Con la situación de crisis que estamos padeciendo, y al precio que se está poniendo el tabaco, el bueno y el normalito, sólo lo podrán fumar los ricos. Los que no lo son, debieran de pensar en la posibilidad de una petaca, y aprender a liar un cigarro, porque para seguir disfrutando de placer de fumar, acabaran fumando tabaco verde: De ése que va de la mata a los pulmones.
¡Y pensar, después de tantos años, que yo dejé de fumar, porque no tenía dinero para comprar tabaco!.
Nota 2ª del administrador del blog:
Nunca he sido fumador en serio, aunque en algún tiempo sí fumé. Lo mío, de fumar, sería un decir... más bien quemaba tabaco. Ciertamente, siendo un vicio, lo era social. Por ejemplo, si yo quemaba un cigarrillo, o dos, diariamente, un día festivo, de alternancia con los compañeros, podían ser 8, o 12.
Dejé de fumar en mi corta estancia en una escuela de Capacitación Agraria. Allí imperaba el sistema del servicio militar: veteranos, y novatos. Era curioso. Te pedía tabaco un veterano... sacabas tu cajetilla... tomabas un cigarro... luego, le pasabas la caja a él... a continacón, invitaba a sus amigos, 6 u 8, con tu tabaco... "¡vaya!"... pero lo jodido del caso, es que, por arte de birle birloque, la cajetilla desaparecía. Te quedabas haciendo números mentalmente: "18 cigarrillos, menos 8... debieran quedar 10... ¿dónde están?... ¡joder... por lo menos que me devuelvan los restos del saqueo! Así, tendré que comprar otra caja nueva!". La verdad es que ellos no tenían un puto duro entre todos. Eran chavales de 16 y 17 años (aunque, paradójicamente, ellos fueran veteranos, y yo novato). Yo sí tenía dinero para tales menudencias, no porque fuera más rico, sino porque ya tenía 21 años, y un trabajo estable. Así que, antes de una semana de estar allí, me dije: "Mira, Miguel, tú quemas tabaco, pero no fumas. Te están tomando el pelo. Si quieren fumar, que lo paguen ellos". Y dejé de comprar tabaco.
Doy fe de cuanto dice Diego. No por experiencia propia, sino por haberlo visto en los últimos que se resistieron a comprar cigarrillos liados. Hoy petaca suena más alcohol que a tabaco: el recipiente para tener un líquido alcohólico a mano para pegarse un lingotazo de vez en cuando. Aquella petaca era para llevar una pequeña porción de tabaco. Éste se compraba a granel, por kilos. El librito, o librillo, consistía en varias pequeñas hojitas de papel fino, con las que liar el tabaco, y hacerse los cigarros. Pues eso, sacaba alguien la petaca y el librito, como dice Diego... lo ofrecía a sus compañeros... y ya había aquí 2, 3, o 4 liándose juntos sus propios cigarros... Me temo que ésta de liar no es labor para las torpes manos de un paciente de ataxia :-)
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2- Sección "PowerPoint del día":
Para ver y/o guardar el archivo PowerPoint, pinchar en: Configuraciones distintas.
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Gracias, Diego.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Miguel A., gracias a tí.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
que se puede hacer para poder dejar de fumar
ResponderEliminarmas en mi caso
Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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