Blog "Ataxia y atáxicos".
Extraido del blog: "El día que fuimos dioses".
Fecha de publicación: 20/12/2011.
Autor: Francisco Rodríguez Tejedor.
Original en Mis libros preferidos: "Fotos de un adiós".
Nota previa del administrador del blog: María Narro es el pseudónimo de Mamen García, paciente de Ataxia de Friedreich, de Guadalajara.
MIS LIBROS PREFERIDOS: "FOTOS DE UN ADIOS" de María Narro.
Hoy he leído en el periódico los resultados de una encuesta que han hecho en los EEUU. Querían saber las profesiones que producen más felicidad. Y una de las primeras es, a lo que parece, el oficio de escribir. La cuarta, concretamente. Tras sacerdote, bombero y fisioterapeuta. Entre cientos de ellas... Pero yo ya lo sabía. A pesar de lo poco que se gana, como también se dice en este mismo informe. Sólo hay un placer equiparable a escribir un buen libro: tener la oportunidad de leerlo.
“Fotos de un adiós” es un libro entrañable, conmovedor, emocionante. Un libro que te llena de alegría por dentro, pleno de vida, también de sufrimiento.
Yo no sabía lo que era la Ataxia de Friedreich... ese señor que, según cuenta María Narro, fue a cenar una noche a su casa, y ya no se marchó jamás. En Wikipedia se dice lo siguiente: "Es una enfermedad neurodegenerativa que provoca en los afectados, de manera imparable, una pérdida de muchas de las funciones necesarias para una autonomía personal y, en un tiempo más o menos corto, se ven obligados a utilizar una silla de ruedas...
El señor Friedreich no se da a conocer inmediatamente. Antes, de una forma larvada y sibilina, va haciendo su trabajo de demolición. Cuando eres un niño y, de repente, no puedes correr como los otros, ni coger bien la pelota, te asaltan preguntas por las noches, sobre por qué eres diferente, singular, más torpe y descoordinado. Y fallas también en los estudios y aparecen los primeros síntomas que alertan a tus padres de que algo pasa.
María Narro relata la aparición de su enfermedad cuando era una niña alegre, divertida, que le encantaba bailar. Y luego, todo el proceso, doloroso, lleno de renuncias, de culpas, de miedos, de inseguridades, hasta que se atreve a mirar de frente al Sr. Friedreich. Todo el mundo, cuando la adolescencia avanza y el velo de la inocencia de la niñez va cayendo, se reconoce a sí mismo. Toma consciencia de las cartas que le han tocado en el juego de la vida. Y cuando son todo bastos, y más bastos, y siempre serán bastos, puede ser un momento aterrador: Por qué yo, qué he hecho para merecer esto, qué sentido tiene la vida...
María Narro lo cuenta todo con una naturalidad y espontaneidad que te llega al alma. Para ser escritor hacen falta dos cosas: Tener algo que decir y decirlo de una manera especial, diferente. Y María Narro es una escritora, como la copa de un pino. No es fácil, no tiene que serlo, narrar una historia personal de este calibre, “esparcir las prendas de nuestro amor sobre la mesa”, que decía Serrat a otros efectos. Porque yo no encuentro culpa, ni rencor, ni moralina en su mensaje. Esto no quiere decir que no haya momentos en la vida de May, la protagonista, de todo esto. Claro que sí. Pero en el discurso general de la autora predomina una exposición de los momentos vitales, de las emociones, de los sentimientos que embargan a la protagonista, y que permiten al lector vivir de alguna manera, también él, esa vida. Porque leer un libro es vivir otras vidas. Y disfrutar y sufrir y aprender de ellas.
Y el lector se va empapando entonces, poco a poco, de la lluvia que llueve en la tierra del Sr. Friedreich. De la llovizna constante que te va calando los huesos, de la neblina que te va nublando la mente, doblegándote tus fuerzas, sacándote de la calle, para llevarte a un aislado rincón y fijarte con sus grilletes contra la pared.
Y si te atreves a hacerle frente al Sr. Friedreich, entonces deberás prepárate para una lucha sin cuartel, para no renunciar a nada de lo que tienes, de lo que conservas, salvo que ya no puedas más. Y esto último tal vez te lo tengan que decir otros.
Por eso “Fotos de un adiós” es un libro que te llena de alegría, de valentía y de comprensión hacia el ser humano.
Porque todos tenemos, sufrimos, padecemos una ataxia, la ataxia de la muerte que, al final, nos ganará a todos la batalla. Pero ese no es el tema. Ésa es la cosa más segura y cierta que hay en este mundo. Lo importante es lo que hacemos en el medio. Lo importante es la vida, cómo nos enfrentamos a ella, cómo le sacamos el jugo, cómo jugamos las cartas que nos ha tocado a cada uno jugar. Porque los resultados, como en la parábola de los talentos, deberán ir proporcionados a los medios de que dispusimos.
Por eso María Narro le puso a su libro este bello título de “Fotos de un adiós”. Todos nos despediremos al final. Y quedarán nuestras fotos. Aquí las hay muy variadas, como en el álbum de cada cual, pero en terreno difícil, cuando logran sobrevivir, dicen que se crían las flores más hermosas de todas.
Respecto a la manera de decir, yo creo que María es una escritora inteligente, sensible, detallista, ocurrente, con unos diálogos chispeantes y chisposos. Que conoce bien las emociones del ser humano donde, además, las mujeres, por lo general, suelen llegar más lejos. A mí la parte del libro que más me gusta es la relativa al noviazgo de la pareja. Ahí, creo yo, que es donde se cruzan el futuro, la ilusión, el compromiso, con la verdad desnuda de la enfermedad, y sus devastadores efectos, que es el núcleo de esta historia. Una historia de superación.
Pero el libro es muchas cosas más. Hay relatos, poesía, lirismo, viñetas históricas por las que sigues la época en que se desarrolla la acción, reivindicaciones y llamadas de atención sobre un mundo construido sin tener en cuenta a los minusválidos, historias paralelas de otras personas, amigos y conocidos de la protagonista, muchas de ellas llenas de enjundia. Creo que es el primer libro de María Narro. Y en esto se nota. Como yo también me lo noto en el mío. Quieres poner tanto en él, tantas cosas diferentes que has remansado durante tanto tiempo
que, a lo mejor, distraes la atención de algún lector, aunque no haya sido mi caso.
Y también me gusta mucho esa parte final donde la protagonista encuentra en la comunicación y en el arte ese plus, esa forma excelsa de aportar ella a los demás
con las armas en las que se siente fuerte. Tal vez este primer libro fue un primer paso, fundamental, en esa dirección. En la de ser escritora.
Y el humor, socarrón, ingenioso, vitalista que inunda todos los rincones de este texto.
Cuando María me envió su libro ya me lo advirtió: Es una edición descuidada, donde el editor se ha tomado muy pocas molestias en hacer su trabajo. Es verdad, aunque no empañe en absoluto la calidad de estas “Fotos”, la belleza de este jardín.
Tal vez mereciera la pena una nueva edición revisada de este fantástico libro. Ya sé que en este oficio, tanto María como yo lo sabemos, las cosas no son fáciles, ni mucho menos rápidas y todo lleva su tiempo. Hay que insistir y no desanimarse jamás. Pelearse tanto casi como con el Sr. Friedreich. Hay que llenarse de paciencia y de tesón, cualidades que yo creo que a María Narro no le faltan, y mucho menos empuje, y que forman parte, en mi opinión, del maravilloso oficio de escribidor.
Y toda la suerte del mundo, que te mereces, y que te desea tu compañero en estas lides, paisano y amigo (Francisco Rodríguez Tejedor).
Nota final del administrador del blog: Cuando me entere dónde se puede adquirir, o si puede comprarse online, este libro de María Narro (Mamen García, paciente de Ataxia de Friedreich, de Guadalajara), ya lo comentaré en este blog.
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¡Gracias, Mamen!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Pues, me ha picado el deseo de leer el libro de Mamen. Trataré de conseguir "Fotos de un adiós".
ResponderEliminarUn abrazo.
El libro promete.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
el libro lo regalo yo, no está a la venta pues se publicó en el 2006.
ResponderEliminarsi lo queréis leer mandarme un email a la dirección de mi perfil.
besos.
Gracias Miguel Angel.
Miguel Angel, si yo regalo el libro (una descarga en pdf) es pq el editor que tuve lo sigue vendiendo en Lulu por 24€, y desde finales del 2007 los beneficios sólo se los lleva él. No hubo contrato, por eso lo regalo.
ResponderEliminarSi consigo reeditarlo ya no lo podré regalar.
(ya te lo he mandado)
Por mi parte solo animaros a leer el libro de María/Mamen. A mí me encantó. Y seguro que vosotros todavía los disfrutáis mucho más. Un abrazo
ResponderEliminarFrancisco Rodríguez Tejedor/www.eldiaquefuimosdioses.blogspot.com