Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Cris Ruiz Sañudo, paciente de Ataxia de Friedreich, de Santander.
Extraído (excepto fotografía) del blog de la autora: Una esperanza en mi camino.
Fecha: 23/12/2011.
Original en Aprendiendo a usar la boca.
Hoy, después de una noche hecha polvo por el hecho de soñar en bajar y subir escaleras en un parque de atracciones, me levanté con una idea en mi mente: “mi muleta”. Sí, esa muleta morada que me consiguió David hace meses, y que usé dos días para sentirme más independiente, pero acabó agobiándome: Me veía más lenta con ella, y a veces hasta me molestaba, Aunque también tengo que reconocer que me daba mucha seguridad... y es eso lo que me ha hecho volver a tenerla de nuevo en mi mente.
No es la primera vez que me pasa esto de reconsiderar un tema. Hoy vi lamuleta escondida detrás del perchero de la entrada, entre abrigos, gorros y paraguas, y decidí cogerla. Me sentí mucho mejor con ella. Me hace ir lenta sí, pero tengo que pensar que es una muleta, no un patinete. A pesar de senti lentitud, me da una seguridad increíble.
Hoy he decidido quedarme sola en casa, por lo menos por la mañana. David quiso llevarme con él, pero llevo varios días con gripe. Ayer hice un gran esfuerzo por salir para ver a mi niña actuar en el cole, y la verdad es que mereció la pena... aunque cogí frio, y empeoré.
El día anterior mi niña estuvo por la noche llorando por los nervios de que le iban a dar las notas. A veces pienso que le exijo mucho, pero yo sé que ella puede eso y más... así que no le dejo dormirse en los laureles.
Al final vino con muy buenas notas, 4 sobresalientes y 3 notables. Mientras subía las escaleras del portal, me lo iba contando. Menos mal que no tardó en llegar... fue acercarse a mí y casi la “ahogo” de los abrazos y besos que la di. Ella es quién me da alegrías en mis momentos de tristeza... también algún que otro disgusto, a veces, pero nada en comparación con lo positivo. Yo sé que es lo mejor que hice, y haré en mi vida... la quiero muchísimo.
En fin, a lo que iba... que me pongo a hablar de mi niña, y me quedo sola... Cogí mi muleta, y me dirigí a mi habitación para ver que tal me sentía con ella.
Sorprendentemente, estaba muy segura. Cada vez que la cojo, me siento mejor. Puede ser que, como es de ciento en viento, voy notando que verdaderamente la necesito. De la habitación, voy para la cocina... donde la poso, y abro la nevera para coger un yogur. Hoy no me apetece cola-cao, ni café, ni nada de eso. Tomo en una mano el envase, y en la otra la cuchara... y me quedo mirando la muleta, pensando "con qué mano la cojo ahora?... ji, ji... Si doy tres pasos, ya llego donde quiero, la mesa". Pero, ahora, me apetece acostumbrarme a la muleta.
Así que decido meterme la cucharilla en la boca para poder coger la muleta. ¡¡Encontré solución!! Pero la próxima vez no se qué haré. No siempre será una cucharita, ja, ja, ja. Tendré que dar dos viajes, supongo... aunque eso me haga aún más lenta. Ya sabéis lo que dicen: “vale más tarde que nunca”.
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2- Sección "PowerPoint del día":
Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, pinchar en: ¿Qué ropa ponerse?.
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¡Gracias, Cris!
ResponderEliminarLa muleta también sirve para dar bastonazos... pero no la uses conmigo :-)
Un abrazo.
Miguel-A.
bastonazos o muletazos aunke con mi puntería no m saldria muy rentable ya k mas d una cosa me cargaría antes d conseguir mi objetivo, jajajaja.bss desde cantabria.
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