Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Vicente Sáez Vallés, paciente de Ataxia de Friedreich, de Zaragoza.
Bueno, ¿qué escribo? Ya sé que esto es un cuento, o algo más largo. No sé si me resulta cómoda la escritura automática. No sé si escribo con mi mente imbuida en una pequeña satisfacción artística, o porque tengo problemas con la novia... Nunca se sabrá. ¿O sí? Al fin y al cabo, no son cosas tan diferentes.
La respuesta encaja con un deseo, ya sea en el cuerpo, o en algo que lo sustituya. Será eso de la sublimación... Tal vez en la edad media sería necesaria la Santa Inquisición. En estos tiempos hay que encomendarse a otra santa: ¡Santa Sublimación! Qué falta que nos haces... Siempre es lo mismo, disfrazado de una ligera investidura libidinal: Digamos que no estamos locos, aunque sólo sea por convención... ¡Ay Dios mío! Me refugio en Santa Sublimación.
Tengo 31 años, y soy castaño oscuro. Uso gafas, porque tengo miopía... y no para hacerme el interesante... que ni falta que me hace. Tengo una enfermedad incurable... mis demás enfermedades son el amor, el psicoanálisis, y la vida misma. La otra es de los nervios. ¡Estoy enfermo de los nervios! Lo que pasa es que es progresiva (no progresista), y se va siendo dependiente lentamente, cada vez más. Se llama Ataxia de Friedreich, no como el tal Nietsche, sino como un médico alemán del XIX.
El atractivo evidente, es que la vida se convierte en una aventura... en un reto continuado. Es incurable, y no tiene tratamiento, pero cada día descubren más cosas. Empiezas haciendo eses al andar, luego vas pedo perdido sin meterte nada al cuerpo, y al final das mucha lástima en una silla de ruedas. Hay muchas formas de mejorar la vida de un paciente de Ataxia de Friedreich. Lo primero a decir, es que, siendo un poco inteligente, se puede aprecia, que nadie se muere de esto. No hay muchos atáxicos de Friedreich, los suficientes para hacer peña. Es penoso saber que debo luchar por sobrevivir... que he de perder el tiempo en hacer caso a los médicos: que van a operarme, o me han operado ya, no sé, del corazón... y debo vigilar mi salud, por eso de enfermedades malas.
He sufrido una putada sofisticada, pero dicen haberme curado de lo del músculo cardíaco... ¡Tenía problemas de corazón! Es el lugar imaginario para depositar los afectos, y yo tengo malas historias con mi novia. Y dicen que soy joven... Tal vez sea que soy joven, e inmaduro... o, por el contrario, es que me he caído del árbol de tan maduro como estoy. Bueno, sea como fuere, pues ya está. Siempre me han dicho que soy muy dulce: La fruta es más blanda y dulce cuanto más madura está, pero también es la que se pudre primero. Y también dicen que soy fuerte, y eso me ha valido para recuperarme pronto.
(Continuará).
Nota del administrador del blog:
Para acceder a una breve semblanza de Vicente (escrita por su hermana, Cristina, también paciente de Ataxia de Friedreich), hacer click en: Semblanza de Vicente Sáez Vallés.
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2- Sección "PowerPoint del día":
Hoy se enlaza con un PowerPoint, alojado en "xa.ying", mediante envío a la lista de correos HispAtaxia, por Diosa Bedoya, paciente de Ataxia de Friedreich, de Colombia. En cualquier caso, se advierte que la inserción del enlace en este blog tiene fines humoríticos y satíricos, pero carece de intenciones político-partidistas. Es decir, cualquier terminología identificatoria en ese sentido, puede ser cambiada en la mente de cada cual, sin que nada varíe en el fondo.
Para ver y/o guardar el PowerPoint, pinchar en: Historia del político.
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3- Sección "Video":
Se inserta un corto video promocional, de 2:19, alojado en "Youtube", de la Asociación Española de Ataxia Telangiectasia, AEFAT.
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¡Gracias, Vicente!
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