La pagina web de "Ataxia y atáxicos" (información sobre ataxia, sin ánimo de lucro) es: http://www.ataxia-y-ataxicos.es/


domingo, 23 de octubre de 2011

El vendedor, y la ataxia

Blog "Ataxia y atáxicos".
(Por Diego Sánchez Cordero, paciente de ataxia, de Don Benito (Badajoz)).
Fuente (excepto fotografíaz) en el blog del autor: Cachos de vida.
Original en: Vender acogotando a los clientes.

Nota previa del administrador del blog:

¡Qué pena, Diego! Qué pena que ya no se hagan canciones tan bonitas en letra y música como las que cantaba el grupo musical Mocedades con la clara y potente voz de Amaya entremezclada con los estribillos de los otros componentes. ¿Te acuerdas de su canción titulada "El vendedor"?.

Para acceder a la canción (solanrnte 612 KB) pinchar en: El vendedor.
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Vender acogotando a los clientes:

Me gusta comprarle a los chinos, porque son amables y serios en las ventas. Sin embargo, hay otros comerciantes extranjeros que tienen muy raras técnicas comerciales: son tan extrañas, que nosotros las calificaríamos de engaño. Pero tal y como exponen los artículos al público y la forma de publicitarlo, uno duda de si se ha legalizado el engaño para algunos comerciantes, o sencillamente se hace la vista gorda, cuadrada, o se cierran los ojos. Es algo así como: si no hay denuncia, no hay delito.

Si cuento lo que me ocurrió en una tienda en España con comerciantes de países muy lejano, se entenderá porqué saco este tema. En el escaparate de una tienda vi la cámara que yo andaba buscando, y además 4 veces más barata de su precio, o al menos eso indicaban los números que la acompañaban. El comerciante paseaba cerca de la puerta, y le pregunté si aquél era el precio de la cámara... si era original de la marca... y si tenía garantía. A todo me contestó afirmativamente, e insistió en que todo era legal. Yo no me fiaba, y pensé que en algún sitio estaba la trampa. Le pedí que me la mostrara, cosa que hizo, y además la puso en funcionamiento. Me había convencido, y le dije que me la llevaba.

Me hizo pasar al interior de la tienda: Imaginé para pagarla, y meterla en su caja. Pagué la cámara como me pidió. En tanto, la compra estaba encima del mostrador y seguía sin caja. Me trajo una tarjeta de memoria, dijo, para que funcionase bien la cámara. Después de un tira y afloja, acabé comprándola y pagándola en el acto. Me sacó una funda para la cámara, diciéndome que tenía que comprarla, porque venía sin ella. No la compré. Luego me ofreció una correa... después unas gafas con alguna extraña propiedad... y muchas cosas más.

Al primer vendedor lo relevó otro más joven y más agresivo: que me mandaba callar con malos modos. Y yo insistía en que me entregara lo que tenía pagado, porque de la caja, que decía tenerla en el almacén, ya había que olvidarse. Quizás la cosa hubiera acabado mejor, si no empieza a chulearse y perderme el respeto. Momento en el que ya tuve que plantarle cara. Y de todas mis amenazas, la que más efecto surtió es cuando me dirigí a la puerta, prometiendo volver con la policía. Me devolvió el dinero inmediatamente, tal y como yo acabé exigiéndole.

Ni es legal, ni buena, forma de vender acogotando a los clientes, por muy mal que vaya el negocio.

No sé como caí en un engaño tan tonto, ya que siempre he desconfiado de las cosas que ofrecen muy por debajo de su precio. En una ocasión les dije a unos vendedores que no les compraba nada, porque los artículos que vendían eran demasiado baratos. Y, casualidad o que ya los estaban siguiendo, aquel mismo día los detuvo la policía.

Respiré tranquilo, porque al menos mi nombre no estaba en la relación de clientes. Hay que hacer caso al dicho que “nadie da duros a cuatro pesetas”.

Nota posterior del administrador del blog:

¡Qué pena, Diego! Ha aparecido un joven, presunto paciente de Ataxia de Friedreich, por el grupo "Ataxia y Atáxicos" en Facebok, vediendo algo parecido a humo: No utopías poéticas gratuitas, como "la paz de un niño durmiendo", de Mocedades, sino panacéas, bienestares, y curalotodos, a cambio de dinero contante y sonante. Como nadie le compra, nos insulta. Nos llama ingenuos, tacaños, avariciosos, codiciosos, vagos,y hasta que no queremos vivir como Dios manda -?-.

¡Qué pena, Diego! He indagado en internet. Se dice en la red que se trata de una empresa piramidal o multinivel: O sea, el vendedor gana dinero, pero la cúpula de la pirámide se forra. Y, por supuesto, el beneficio monetario no está sujeto a control fiscal, ni contribuye a la recaudación de impuestos. La empresa es Prolife. A su prima Life, algun autor en internet le considera secta. Se define como Grupo Cristiano. Yo, que soy creyente de andar por casa, me avergüenzo de que algunos tomen arrendado el nombre de Dios. Y me pregunto: ¡¿qué tendrá que ver el culo con las cuatro témporras, Diego!?.

Lo peor es que este chico para justificar su actitud, menciona la expresión "querer ayudar", y cite la frase (creo que) de a madre Teresa de Calcuta: "Quien no vive para servir, no sirve para vivir". Oye, Diego, dime... ¿tú crees que todo esto, especialmente lo del último párrafo, resulta congruente con la escandalosa foto que este chico exhibe en su muro de Faccebook, mostrando, ufano, un puñado de billetes en la mano derecha? ¡Qué pena, Diego!
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¡Ah, oye, Diego, aunque pudiera parecerlo, ésta no es la habitual sección de humor! Es una situación real. No te lo tomes a broma.

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4 comentarios:

  1. Diego, gradias por tu artículo... y también por escucharme :-)

    Un abrazo.

    Miguel-A.

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  2. Como siempre, gracias por la difusión en tú blog de una de mis entradas. De facebook, no puedo contar mucho porque no lo entiendo bien, y apenas entro.
    Un abrazo.

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  3. A lo peor de todo es lo que la empresa le enseñó y le dijo que ó vendian ó a la calle..............no sabeis hasta lo que es alguna gente capaz de hace por mantener un trabajo ......pero hay que tener clase y eso se nace con ella como lo del gen...........Bicos Ya sé quien.
    es y la empresa tambien,vaya publicidad,Antia

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