'El alma se serena'

Blog "Ataxia y atáxicos".
Bartolomé Poza Expósito, paciente de Ataxia de Friedreich, de Barcelona.

Nota del administrador del blog

Probablemente, algunos de los seguidores más veteranos de este blog os hayáis preguntado en alguna ocasión por la situación de Bartolomé Poza Expósito, paciente de Ataxia de Friedreich, de Barcelona. Bartolomé, con la aportación de sus textos, fue uno de los máximos cooperantes a la edición casi diaria de esta publicación. Actualmente parece olvidado.

No hay ningún motivo especial para su ausencia, ni nada que pueda sorprendernos a quienes llevamos acuestas esta enfermedad degenerativa. Bartolomé tiene 75 anos. Ya no escribe, y su cuenta de correo electrónico devuelve permanentemente… dando la idea de que ya no conecta el ordenador.

Insisto en que esto entra dentro del padecimiento de una enfermedad progresiva, como la nuestra. No puede desanimar a nadie. Los afectados más jóvenes se darían con un canto en los dientes con la perspectiva de llegar a los 75. Para los veteranos, como yo, que me faltan dos meses para enfilar la década de mis 60, el tiempo ya no cuenta: Nos basta con poder afrontar la vida con la mayor dignidad posible.

Bartolomé ve la botella medio llena. A mi pregunta “¿cómo estas?”, la última vez que le telefoneé, respondió “regular”. Ya no habló más. Su mujer me explicó que no le salía la voz.

No le ignoramos. Hoy colgamos el primer poema de su libro “Sentimientos de una vida”:

El alma se serena

En la noche perdida.
por el mar de los sueños,
navega a la deriva,
el amor de mis recuerdos.

Si fuera posible,
ya me gustaría,
viviría en una estrella
contigo, vida mía.

Si fuera posible,
contigo subiría,
y allí, cerca del cielo,
mi amor te daría.

Si fuera posible
volar como las aves,
contigo volaría,
jugando con el aire.

Si fuera posible,
contigo viviría
soñando en una nube,
amando noche y día.

Si fuera posible,
mi corazón cautivo,
en un batir ardiente
contigo se fundiría.

El amor se ha vuelto cariño,
y el cariño, amor,
la tristeza, soledad...
al corazón nunca le importa
quién se fue,
sino quién vendrá.

Mis ojos, "te quiero",
dicen cuando te miro,
igual que en mis desvelos
me dice el aire que respiro.

El cariño es tan dulce,
que da vida a mi corazón,
mis brazos extendidos
suplicando amor
encuentran siempre el vacío.

Con las olas de la mar
se suavizan las arenas,
con las lágrimas, el alma...
con el cariño, las penas.

Ya mi alma está serena ,
ya se fueron mis penas,
gracias al cariño
de tantas personas buenas.

(Barcelona, enero del 2002).

********************