La pagina web de "Ataxia y atáxicos" (información sobre ataxia, sin ánimo de lucro) es: http://www.ataxia-y-ataxicos.es/


miércoles, 21 de agosto de 2013

Escribir un libro

Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Diego Sánchez Cordero, paciente de ataxia, de Don Benito (Badajoz).


Mis respetos a las obras literarias. Mis reflexiones se refieren a los aficionados y gente importante que publican libros para despejar dudas sobre su talento y reafirmar su personalidad de famoso, y nunca a la literatura.

Hoy si no escribes un libro, parece que no eres importante. Los conocidos famosos, la gente con pinta de inteligente, los que hablaron mucho, o los que nunca dijeron nada, acaban usando la palabra escrita para reafirmar su talento.. contar sus recuerdos, o sus sueños... sus verdades, o sus mentiras. O tal vez, sólo deseen dejar constancia de que un día tuvieron ideas, proyectos, creatividad, y genialidades.

Hemos de admitir que hay libros de este género muy interesantes... otros que se abren una vez en la vida, o más veces, para enseñar la dedicatoria... y, después, pasan a un sitio visible de la librería, por si el autor nos visita algún día... y otros ni siquiera dejan de ser vírgenes: No se abren ni para quitarles el polvo.

En estos tiempos, que todos andamos corriendo como locos, la gente más ocupadas escribe libros con muchas páginas de historias interminables... algunas tan "verdaderas" que no conoce ni la familia. También están los que quieren cambiar el mundo, o evitar que se repita el pasado. Y de todo esto sacamos que el protagonista es la abuela del que escribe, o más bien de quién tuvo la idea. Porque del negro escritor se dice más bien poco.

Es forzoso pensar que personas tan ocupadas necesiten un negro fantasma para que ponga orden en las palabras, y llegue a las librerías un texto apto para ser digerido sin armarse mucho lío.

Creo que la profesión de negro tiene mucho futuro. Aunque pensándolo bien, es mejor la del que pone su nombre en el trabajo de otro.

Tres comentarios del propio Diego, en respuesta a comentaristas al artículo en su blog:

1- Yo mismo fui negro una vez que necesitaba dinero con urgencia. Gracias que quien me encargó la "joya literaria" era tan malo como yo... y pagó encantado "su novela". Que era tan mala que merecimos que nos hubiesen metido a los dos en la cárcel. Pero, la verdad es que, cuando se tiene dinero, se puede presumir de escribir libros, y hasta exponerlo en los escaparates.

2- Yo nunca sería capaz de escribir nada serio. El trabajo literario necesita mucha elaboración y mucha dedicación, mucha documentación, muchos datos, muchas notas y, sobre todo, talento. Y, la verdad, yo siempre ando con prisa, y además, no tengo cualidades de escritor. A mí lo que me sobra es imaginación y humor negro. Pero eso no es suficiente.

3- Por si no nos hemos dado cuenta del talento de los ricos y gente importante, escriben libros para machacarnos un poco más con sus ideas, sus proyectos y sus vidas de héroes, o de santos. Y es que todos tenemos necesidad de hacer saber que somos mejores de lo que se puede ver en nuestro comportamiento.

Fuente: Escribir un libro.

Comentario del aministrador de este blog:

Hoy, amigo Diego, difiero de tu artículo en la forma. Presiento que, en el fondo, ambos criticamos en el campo literario algo así como: el "tanto tienes, tanto vales"... y el "díjolo Blas, punto redondo".

Vaya por delante que literatura es todo cuanto lleva por instrumento la palabra escrita. No hay buena... ni mala. Así, tendremos conceptos como "literatura médica" o "literatura jurídica" ... que, serán buenos investigadores los primeros, pero malos escritores... y buenos juristas los segundos, pero de escritores "n'a de n'a". Es más, a veces, se puede dudar de que parte del periodismo domine medianamente el arte literario.

De todas formas, yo rompería una lanza por los escritores aficionados: Tienen derecho a soñar, y a desarrollar su vida. Y, por cierto, el hecho de tener lectores depende muy poco de la calidad literaria. Suele pasar que la falta de éxito en ventas se deba a una nula o mala promoción... o que el autor es una firma desconocida... sin gancho ante los lectores. Te citaré un ejemplo no literario, sobre esto último: Se dice de Van Gogh que malvivió de la pintura... y hoy sus cuadros alcanzan cifras astronómicas. ¡Rara mutación! Puesto que sus cuadros son los mismos, pensaría que ni ayer era tan malo... ni hoy es tan bueno. Cuenta la fama.

Si nos vamos al asunto "memorias" criticamos lo mismo, pero con diferente visión. En referencia a tu texto, donde pones en duda la veracidad, ni unas memorias, ni una autobiografía. son verdades completas: Cada cual cuenta solamente lo que quiere... y lo que cuenta, lo matiza a su antojo.

No obstante, tendríamos dos clase de "memorias": las del señor jubilado que escribe su vida más que nada por mantenerse activo... y las escritas con fines comerciales. Ni siquiera creo que estas segundas partan como idea del autor. Digamos para entendernos... "Señor, Barcenas, escriba usted sus memorias... que se van a vender como rosquillas... tendrá el 60 por ciento de los beneficios... y nosotros le asesoramos, le ponemos dos ayudantes escritores... usted dicte a un micrófono... y editamos, y promocionamos el libro". Por tanto, la figura del "negro", en cuanto a escritores-escribientes, salvo algunas excepciones, me parece un mito... a no ser que la presunta empresa intermediaria sea rácana pagando a sus trabajadores.

Ja, ja... no te contradigo, Diego. El individuo de tu historia debía estar loco por ver su nombre en las pastas de un libro... y regalarlo a diestro y siniestro, mientras se le caí la baba, haciendo alarde de una destreza que no era suya. Sin embargo, si necesitabas dinero, y te pagó bien, no fuiste un "negro", sino un trabajador por un salario convenido :-) Hay peores empleos :-)


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2 comentarios:

  1. Gracias, Diego.
    Cierto, humor no te falta :-)
    Un abrazo.
    Miguel-A.

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  2. Como siempre, gracias por tus reflexiones a ESCRIBIR UN LIBRO. Tus comentarios son muy importantes, porque, la verdad, yo nunca tengo claro lo que escribo.
    Un abrazo.

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