Por Belén Hueso Balaguer, paciente de Ataxia de Friedreich, de Aboraya (Valencia).
Imagen de portada del blog de Belén. |
En el último post de su blog, antes de tomarse las típicas vacaciones veraniegas, Belén cuelga un pequeño relato de Bucay, más dos videos... uno de ellos, de corte musical, con temática diferente.
Como he dicho en otras ocasiones, y aún a riesgo de equivocarme, pienso que Bucay no es el autor original de estas pequeñas historietas que utiliza con fines moralizantes. Más bien me parece que, para su fin, realiza adaptaciones de cuentecillos anónimos. De hecho, éste, 'Galletitas', era (las costumbres van cambiando al ritmo de las nuevas técnicas) un clásico de los mensajes de reenvío, en un español de "software traslator"... lo cual, me indicaría un origen angloparlante.
La moraleja se desprende por sí sola: A veces, formamos erróneos juicios de valor de manera un tanto apresurada.
"La vida no es un problema que tiene que ser resuelto. La vida es una realidad que debe ser experimentada".. (Soren Kierkegaard).
A una estación de trenes llega, una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren se está retrasado, y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación. Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista... luego pasa al kiosco, y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y, después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado: Así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita. La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. "¡No podrá ser tan caradura!", piensa... y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas. Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa, le ofrece media a la señora.
- ¡Gracias! -dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada -contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: "¡Insolente!".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa, y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ¡Intacto!.
(Jorge Bucay).
Adaptación de 'Galletitas' (Video desde "YouTube"). Es una fantástica representación en forma de cortometraje de 4 minutos y medio:
** Y con galletitas, generosidad, simpatía y buen humor... ¡disfrutad del verano!.
'Comiéndote a besos' desde "YouTube" ... canta Rozalen... ¡Letra muy sugerente!:
¡Os espero en septiembre! :-)
Fuente: El blog de la autora del artículo Papaiona.
Original en: Galletitas
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Gracias, Belén.
ResponderEliminar¡Felices vacaciones!.
Un abrazo.
Miguel-A.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.