Balas en el corazón del Oeste

Blog "Ataxia y atáxicos
(Por Pilar Ana Tolosana Artola, paciente de Ataxia de Friedreich, de Vitoria).

NOTA: Para acceder al pefil literario de Ana Tolosana Artola, pinchar en el enlace abajo indicado:
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Esa mañana me levanté temprano. Estaba nervioso, porque me iba a batir en duelo con el pistolero más rápido de Westerfield.

Casi no sabía cómo me había metido en tal lío. Todo comenzó por defender la honradez de una muchacha, a la que Charles “El Bronco” había atrapado entre sus piernas, una vez la chica dejó de bailar en el bar. Después de nuestro enfrentamiento por que la dejara en paz, él insistió en que era una meretriz por la que no valía la pena morir.

Lo mismo me han dicho hoy quienes me tomaban medidas para el ataúd. Y a todos les he replicado manifestando que, aunque vendiera su cuerpo por dinero, seguía siendo una señorita.

El tiempo pasó deprisa, y antes de que quisiera darme cuenta, me encontré delante del supuesto asesino, que me miraba quieto y con ojos inyectados en sangre.

Saqué la pistola cuando pensé que había llegado la hora de disparar, pero Charles ya había desenfundado, y la bala que se acercaba silbando por el aire, se ancló en mi corazón... haciendo que aquella dama por la que pedí respeto, llorara amargamente sobre mi pecho mientras agonizaba.

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Y... se armó el Belén....

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