Corresponsal en Pamplona

Blog "Ataxia y atáxicos"
(Por Miguel Ángel Cibrián, paciente de Ataxia de Friedreich, de Villanueva de Odra, provincia de Burgos).

He de decir, en primer lugar, que "Ataxia y atáxicos" me destituyó fulminantemente en mi misión de corresponsal en Sudáfrica para los mundiales de futbol. Al parecer, mi último párrafo en el pasado reportaje en este blog ha molestado en el Real Madrid. De nada ha servido que mis pronósticos se cumplieran, y Roben y Sneijder marcaran en la semifinal Uruguay-Holanda... y aún no han dicho la última palabra.... ¡Pero la vida es así! A los poderosos, como Florentino, no les podemos picar las insignificantes pulgas...

El director de "Ataxia y atáxicos" me ha echado una broca. Dice que una entidad tan prestigiosa como la nuestra, no puede ser tan parcial en este cotarro futbolero reducido a merengues... o culés. Por ello, hoy reparto estopa, y traigo a colación una noticia cuya pólvora apunta al Barça. Tengan cuidado por si les diera una risa floja. Lo mejor será respirar a fondo antes de seguir leyendo. Ya se sabe que en la ataxia hay peligro de atragantamiento. La dirección culé ha vendido al tal Chigrinky (o como se escriba) por 15 millones de euros a los mismo que se le compró el año pasado por 25 millones de euros. ¿Serán cosas de la deflacción... o de gato por liebre?.

En mi nueva misión de corresponsal, me han enviado a Pamplona a cubrir la fiesta de los sanfermines. De nada ha servido mi excusa de no haber visto por dentro una plaza de toros en toda mi vida. A lo sumo, le he podido sacar al director de "Ataxia y atáxicos" una pequeña partida presupuestaria para que me haga de guía Marutxi (gran experta en estas cosas por la ciudad pamplonica).

Muy de mañana me han subido a un balcón para ver los encierros... y, seguidamente, han comenzado las explicaciones de la guía... sobre chupinazos... encierros... toros bravos... etc... hasta la novela "Fiesta", de Hemingway.

- ¿Pero quiénes son los encerrados? A mí me da la impresión de que los encerrados en este balcón somos nosotros.

- No te hagas el gracioso... y escucha. ¡Estos hombres... nunca escuchan!.

Y miré hacia abajo, y la calle estaba llena de personas con vestimentas rojiblancas.

- ¿Son seguidores del Atlético de Madrid?.

- ¡Nooooo! Me estás poniendo de los nervios. El Atlético de Madrid no pinta nada aquí...

- Pues, entonces, quiénes son todos esos, y de dónde han venido?.

- Señor, mío, ¡tú lo sabrás !.

- Oye, esto empieza a parecerme el Apocalipsis de San Juan. Explícate mejor, que para eso eres la guía.

Y tomando un ordenador portatil, me mostró videos de los encierros del pasado año.

- Esos, los negros -me dijo-, son los toros bravos.

- ¿Y los otros... vacas frisonas?.

- ¿Acaso les has visto las tetas?.

- No, las tetas, no... lo decía simplemente por el color. ¿Y por qué no bajamos a la calle? -se me ocurrió decir.

- ¡Estás loco...! ¿Cómo vamos a ponernos en sendas sillas de ruedas delante de unos toros en carrera?.

- Bueno, recuerdo una famosa película del oeste que comienza con el atraco a un banco, de noche, y en medio de un lío monumental... entre carreras de caballos y disparos intimidatorios al aire. El aprendiz de pistolero se tira a los pies de los caballos. Pasado el incidente, un veterano reprocha al novato su acción. "Un caballo en carrera nunca pisa a un hombre tendido en el suelo", replicó. A lo mejor estos bichos tienen tanto sentido común como los caballos, y no embisten contra indefensos usuarios de sillas de ruedas.

- ¡No tientes al demonio!. ¡No te quedaría de la silla de ruedas ni pieza con pieza!.

- Sí. ¡Será mejor no intentar comprobarlo!. En silla de ruedas, parece una de esas cosas que solamente puede hacerse una vez en la vida.

Al final, el encierro mirado desde el balcón ha sido un visto y no visto. Los toros ha pasado a toda velocidad... tanta, que ni siquiera me ha dado tiempo a contar cuántos había.

- Esto de los encierro es más emocionante vivirlo, que verlo -he sentenciado.

Y Maritxu me ha soltado un rollo, muy a lo discapacitado, sobre aceptación. Es preciso buscar un equilibrio entre los deseos y lo posible. O sea, no desear imposibles. E imposible era para nosotros, en silla de ruedas, correr el encierro de San Fermín, 7 de julio del 2010.

En este enlace dejo un video para que se conformen con verlo quienes no pueden correr el encierro:
Video de los encierros de San Fermin, 07/07/2010

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Sección "PowerPoint del día":

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Todas las comparaciones son odiosas.

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