¿Se puede ser feliz con alguna discapacidad? (II parte)

Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Adeli Gutiérrez Padilla, paciente de ataxia por causa de derrame cerebral, de Vélez (Málaga).

Nota del administrador del blog:

Adeli Gutiérrez Padilla

En este artículo, que para el blog ha sido dividido en dos partes, Adeli Gutiérrez Padilla, paciente de ataxia por causa de derrame cerebral, nos narra las vicisitudes de su entrada en el mundo de la discapacidad.

Ciertamente, hay matices (unos positivos, y otros negativos, aun padeciendo también ataxia, entre una entrada progresiva en el mundo de la discapacidad, como es el caso de la mayoría de nosotros, y una repentina. A favor, tenemos que, salvo el duro impacto del diagnóstico y saberse afectado por una enfermedad degenerativa, con las consecuencias que esto implica… tenemos una entrada paulatina… sin producirse el shock que menciona Adeli. Por el contrario, tenemos la amenaza de la progresión (tanto en la perspectiva mental, como en la realidad): el famoso “hoy te jodo más que ayer, pero menos que mañana”…

Desde luego, la entrada en ese mundo de la discapacidad profunda en ambos casos es diferente… ni mejor, ni peor… solamente distinta.

Para recordar: ¿Se puede ser feliz con alguna discapacidad? (I parte)

II parte

Quienes estaban a mi alrededor trataban de animarme, pero yo no quería oír a nadie: sólo pensaba en “la muerte”. Es muy fuerte decirlo, pero es así. Estaba tan desesperada, que no veía ninguna salida. De pronto, me encontraba atrapada en un cuerpo que no me respondía. Me miraba al espejo, y pensaba “para estar así, mejor muerta”. Me odiaba… me sentía horrible… me sentía inferior a los demás… No encontraba ningún sentido a la vida. Me encontraba inmersa en un estado de desesperación, del cual y en el cual sólo piensas, piensas, piensas ... Mi cabeza iba a estallar de tanto pensar…. sin ver más allá de mi situación… de mis problemas… de mi vida actual… solamente YO…

Hasta que llegó el día en el cual reaccioné. Llegué a la siguiente etapa: mis ojos ya estaban secos de tanto llorar. Me di cuenta de la existencia de más cosas aparte de mis problemas. Y me consuelo pensando que la vida me ha brindado una nueva oportunidad… que debo considerarme una privilegiada… que hay que aprovecharla… que no todo el mundo tiene esa suerte de estar vivo. Y me repito: “¡ya basta de auto compadecerte… que eso no sirve para nada… y que ya está bien de tanto pasarlo mal!”. ¡Ahora quiero vivir!.

Aprendí mucho. Y me cambio la perspectiva sobre la visión de la vida. Ahora, le doy importancia a lo que realmente la tiene. Aprecio mucho los pequeños detalles, como ver un amanecer… ver la luz del sol… ver las estrellas… ver que cada mañana me despierto, y tengo un día más de vida… el cual hay que aprovechar. Valoro muchísimo la amistad y los gestos y palabras amables de los demás. Me he dado cuenta de que con alguna discapacidad también se puede ser feliz... de que cuando me miro al espejo, me gusta lo que veo... y de que la vida se ha encargado de cambiar mis sueños, pero no de mi capacidad de luchar por ellos… que mi discapacidad no me define como persona, que es mi carácter quien lo hace… y que me siento viva.

He encontrado en la escritura un modo de expresar mis sentimientos. Y he descubierto que, contando mis experiencias, puedo ayudar a gente que lo está pasando muy mal en estos momentos… pues mejor todavía, ¿no?.

¿Ves cómo siempre hay algo que se puede hacer para despejar la mente de los pensamientos negativos?.
¿Ves como sí se puede ser feliz?.
“Nadie dijo que fuera fácil vivir la vida, pero merece la pena”.

FIN

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2-Sección 'Vídeo del día':

A tono con el artículo anterior... 'No te rindas'. (Poema de Mario Benedetti... música de fondo 'El concierto de Aranjuez'... alojado en "YouTube").



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