Vivir con asiento incorporado

Blog "Ataxia y atáxicos".
(Por Diego Sánchez Cordero, paciente de ataxia, de Don Benito (Badajoz)).
Fuente (excepto fotografía y gráfico) en el blog del autor: Cachos de vida.
Original en: Vivir con asiento incorporado.

Nota de administrador del blog: Diego Sánchez Cordero, paciente de ataxia, de Don Benito (Badajoz), en su vida laboral, trabajó como fotógrafo de prensa..

Me paso cada día 17 horas sentado encima de la silla de ruedas. No me quejo, porque, al fin y al cabo, llevo el asiento incorporado. Y, cuando me preguntan por la calle cómo me va la vida, siempre contesto que sobre ruedas.

Sin embargo, también cansa esta inmovilidad obligada: Más que nada, porque tiene uno el acceso a muchos lugares bastante limitado, porque no puedes mirar a la gente a su misma altura, y porque te sientes raro y algunas veces desplazado. Son cosas inevitables, aunque éste, afortunadamente, no es mi caso. Me olvido por completo que voy en silla de ruedas, y sólo me acuerdo si se me presenta alguna dificultad muy grande... las pequeñas no son ningún problema para mí.

Eso sí, siempre que puedo, procuro pesar desapercibido: No por timidez, ni porque me importe mucho que se me vea bien... es nada más que para crear a mi alrededor un ambiente de naturalidad y normalidad. No me gusta que por mi discapacidad me traten de forma diferente. Tampoco quiero gozar de más privilegio que otras personas. Y, sin embargo, cuando necesito ayuda, la pido con toda naturalidad a la primera persona que pase a mi lado. Y lo agradezco de corazón, con el pensamiento solidario de que ser lo mismo que yo hubiera hecho por ellos.

No es que uno vaya a tirar cohetes por estar en una silla de ruedas, pero tampoco hay que amargarse la vida. Si hay que vivirla así, pues, a procurar ser feliz y reducir los momentos malos al mínimo. Lo importante es no dejar de respirar y, además, no exagerar las dificultades. Es cierto que para nosotros lo vida no es fácil. En nuestras manos no está cambiarla, pero si echarle coraje para vivirla de la mejor manera.

De las 24 horas, 17 soy feliz encima de mi silla, y no lo digo en un momento de euforia, lo digo como resumen del día a día. ¡Y mira que pasan cosas en tantas horas! No me lamento por las capacidades perdidas, y acepto la realidad sin soñar con imposibles. Resignarse, no es darse por vencido, es seguir luchando con las armas que se tienen. Y si no puedo bailar, puedo tocar las palmas.

Nota de administrador del blog: Creo que al asunto le podemos buscar una clave de lógica humorística de humor: Aquí no atienden quejas... entonces, ¿para qué llevarse mal rato protestando...? :-) Pues eso, como dice Diego, ya que no podemos bailar, seguiremos tocando palmas :-)

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2- Sección "PowerPoint del día":

Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, hacer click en: El color de los amigos.

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3- Sección "Artículo recomendado":

Hoy falta el humor que, habitualmente, se incluye en el contenido diario del blog. Por ello, en esta sección se cuelga un discreto chistecito.

Picardía infantil

Jaimito le dice al oído a Claudia (una compañera, muy guapa, de colegio):

- Si te subes a ése árbol, te doy un euro.

Ella se va un momento al servicio, y luego, vuelve a buscar a Jaimito... y accede a subirse al árbol a cambio de dos euros.

Claudia, muy contenta, una vez regresada a casa, muy entusiasmada, le dice a su madre:

- ¡Mamá, mamá!, Jaimito me ha dado dos euros solamente por subirme a un árbol.

- ¡Claudia, tonta! -contesta la madre-, ¿no veías con claridad su intención? ¡Lo que Jaimito, realmente, quería era verte las bragas!.

- Sí, mamá. Ya lo suponía. ¡Por eso me las he quitado antes de subirme!.

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