La pagina web de "Ataxia y atáxicos" (información sobre ataxia, sin ánimo de lucro) es: http://www.ataxia-y-ataxicos.es/


martes, 14 de mayo de 2013

'Quien lo sabe, calla', (parte segunda)

Blog "Ataxia y atáxicos".
(Por Pilar Ana Tolosana, paciente de Ataxia de Friedreich, de Vitoria.

Nota del administrador del blog:

Debido a la amplitud de este relato en relación con una entrada del blog, se editará, en capítulos numerados, en tres días consecutivos... a menos que haya de hacerse un intervalo para editar alguna noticia referente a la ataxia, que no admita dilacción.

Para recordar, ir al capítulo anterior de esta serie, pinchando en: Primera parte.

-II-

Ahora que he desaparecido de escena, sé perfectamente que me estarán criticando hasta hartarse. ¡Pero a quién le importa! Debiera irritarme el haberme alejado de mi peso ideal. En cambio, es algo que no me inquieta. Hasta suelo pensar que no es que yo esté gordo, sino ellos, anoréxicos y bulímicos perdidos.

Reconozco ser aficionado a la buena comida, pero todos los grandes lo somos: Nadie buscaría a Pavarotti, o a Montserrat Caballé, entre un grupo de gente flaca y sin aspiraciones. Y hasta El Piraña, cuando su cuerpo se transformó en delgado, aunque recuperara la silueta, perdería la fama y la gracia.

- Si comiera más, explotaría en trocitos -comentaba el saleroso de Marcel a su ejército de mercenarios chupados.

- ¿Te refieres a mí?.

- ¡Claro! Es para que no dejes de sentirte importante -ironizaba el líder éste de pacotilla.

- ¡Si encima, te lo tendré que agradecer...!

- Es para que no caigas en una espiral de olvido y jactancia.

- ¡Ah... entiendo! ¡Pero, por supuesto que pillo! -reiteraba yo, insultándolo en mi interior.

***

Siempre que podía, evitaba a Marcel. No por ello, dejaba de ver a su hermano Nacho. Era la única causa por la que a veces solía cruzarme con tal tipo, chulesco.

Parecía sorprendente que dos hermanos pudieran ser tan distintos. En el físico, se comprobaba que los dos eran hijos de la misma madre: Tan sólo había que fijarse en sus idénticas narices aguileñas y ampliamente notables, para atribuirles parentesco. En cambio, sus caracteres eran totalmente antagonistas. Mientras el mayor, Marcel, no había minuto en el que no dejara subrayado su aire de grandeza, Nacho se presentaba cómo era: un bonachón incorruptible... a menudo, un poco tontorrón, y fulgurantemente honrado.

- ¡No seas bobo! Por lo que Marcel y sus secuaces te critican, no es porque estés gordo... De todas formas, te convenía bajar unos kilitos, que estás creciendo sólo a lo ancho -sentenciaba mi amigo con voz agónica.

- Es un poco burdo, sí. ¿Tú crees?.

- Sí... por eso te lo comento. Marcel es mucho más profundo. Tiene otras causas para aborrecerte.

Quizá Nacho tuviera razón. Todo el mundo solía hacerle caso, porque la tenía. Jamás presumía de ello. Pero, a pesar de que su edad no era avanzada, había sido protagonista de muchos avatares en su vida. Y por supuesto, sabía mejor que nadie lo que pensaba su hermano Marcel. Éste, podía ser un indeseable, pero su personalidad, por lo menos para su familia, era como las páginas de un libro abierto. Nacho, por el contrario, era un completo desconocido para cualquiera... A veces, creo que también para él mismo. Era un misterio saber por dónde iba a salir.

- Todos tenemos ventaja sobre los demás... Sólo hay que darse cuenta -dilucidaba Nacho.


Su forma de filosofar, a menudo me recordaba a las maneras de Marcel cuando se ponía interesante. Al fin y al cabo, los dos en algo tendrían que parecerse.

- No te entiendo, Nacho -remarcaba yo, mostrando signos de duda.

- Definitivamente, nadie puede conocer lo que pasa por tu cabeza, y menos si tienes la capacidad de cambiarlo, y volverlo a cambiar... La mente es libre, amiguito. Libre del todo. Sólo tienes que controlarla. Si tienes claro ese concepto, nadie podrá desbancarte.

- Creo que eso es un poco subjetivo. Y otra cosa te diré: ¡qué me parece que eres un poco pedante!.

- ¡Y tú un poquito corto de mente! ¡Qué es que no entiendes nada! -exclamaba modosamente.

- Es que pareces de una secta con eso que dices sobre que sé cosas que los demás no saben.

- Es que así es... Si lo controlas, te temen -sentenciaba Nacho.

Nacho era un poco exagerado con todo esto. Tal y como lo decía, parecía que era un don, o una suerte. Por su forma de contarlo, Nacho parecía estar dotado de esta gracia, aunque él consentía que cualquiera podría dominar esta faceta. Insistía en que yo era un irresponsable, y tenía que aprender a someter mi pensamiento.

Sentí ganas de recriminarlo, sin embargo disipé mis malas intenciones, porque, en el fondo, se estaba preocupando de mí, y era la única persona que me escuchaba e intentaba ayudarme. Luego, enseguida se me pasaba, y me sentía culpable.

Tengo que reconocer que no está equivocado en la mayoría de las cuestiones que nos van a presentar en la vida.

(Continuará mañana)

Nota posterior del administrador del blog:

Para ver, en la página web de "Ataxia y atáxicos", una breve descripción de los libros, y cómo adquirirlos, publicados por Pilar Ana Tolosana Artola, paciente de Ataxia de Friedreich, de Vitoria, pinchar en el siguiente enlace: 'Los siete libros de Pilar Ana Tolosana.

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2- Sección "PowerPoint del día":

Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, pinchar en: Tarzán y Jane.

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