La pagina web de "Ataxia y atáxicos" (información sobre ataxia, sin ánimo de lucro) es: http://www.ataxia-y-ataxicos.es/


lunes, 30 de enero de 2017

8, IV - CLARIDAD - (Novela autobiográfica de paciente de Ataxia de Friedreich)

Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Mamen García, paciente de Ataxia de Friedreich, de Guadalajara.

Notas del administrador del blog:
El pseudónimo literario de Mamen García es María Narro.
He solicitado permiso a Mamen García (María Narro) para copiar, por capítulos, en este mismo blog, su novela autobiográfica. Y se hará... a no ser que muera en el intento :-) ... ninguna de ambas cosas me da miedo :-)
He dicho "copiar", como de costumbre (por respetar los formatos del blog). Es imposible mejorar nada, puesto que la presentación original, por parte de la propia autora, es inmejorable. Y puede verse en el blog: http://claridadlanovela.blogspot.com.es/.
Aquí se editará en días NO consecutivos, haciéndose constar los enlaces a capítulos anteriores
:
Capítulo 1 - I // Capítulo 1 - II // Capítulo 1 - III // Capítulo 1 - IV // Capítulo 2 - I // Capítulo 2, II // Capítulo 2, III // Capítulo 2, IV // Capítulo 3, I // Capítulo 3, II // Capítulo 3, III // Capítulo 3, IV // Capítulo 4, I // Capítulo 4, II // Capítulo 4, III // Capítulo 4, IV // Capítulo 5, I // Capítulo 5, II // Capítulo 5, III // Capítulo 6, I // Capítulo 6, II // Capítulo 6, III // Capítulo 7, I // Capítulo 7, I // Capítulo 7, I // Capítulo 7, II // Capítulo 7, III // Capítulo 7, IV // Capítulo 8, I // Capítulo 8, II // Capítulo 8, III


8, IV - CLARIDAD:

- ¡Estás preciosa! –dijeron, levantándome el velo y besándome en la frente.

Enlacé mi brazo con el del padrino, y bajamos las seis escaleras que nos separaban de la calle.
Sofía ya estaba en el coche. Un coche adornado de flores blancas como las pequeñas rosas de mi ramo de novia.

Hacía sol. El día, inundado de felicidad reprimida, traía briznas de esperanzas que invisibles manos lanzaban sobre mí.
Juan esperaba, junto a su madre y otras personas, en la puerta de la iglesia de San Antonio.

A la una en punto, un amplio coche blanco, engalanado de cuento de hadas, se detuvo junto a la iglesia. Juan se adelantó a todos, abrió la puerta del coche y, dándome su mano, me ayudó a descender.
Nunca le había visto tan guapo.

Una hermana de mamá se encargó de colocarme la cola del vestido y de subir, las cuatro escaleras del pórtico detrás de mí –por si un tacón se me doblaba... pero eso sólo lo sabíamos ella y yo-.

Foto de la boda

Ante el altar, y sin detenerme a reconocer a ninguno de los invitados, salvo a los padrinos, mi padre y su madre, a Juan y al sacerdote, dio comienzo una nueva vida para mí.

Al salir de la iglesia, unos recién casados de corazones ígneos y almas henchidas de ilusiones, recibieron la alegre lluvia de arroz por la que tanto habían luchado.
Y después,más alegría, abrazos, besos, lágrimas... y no mías. Un día exquisitamente ambiguo, donde al rozar la mano de mi marido... ¡mi marido!, mi ser estallaba en pálpitos de fortuna infinita.

A media tarde, después de una copiosa comida ausente de castañuelas, los invitados acudieron a nuestra casa. Y al ir a reunirnos con ellos mis pies se negaron a seguir andando con aquellos zapatitos de salón, y Juan no dudo en cruzarme el umbral de mi nuevo hogar en brazos, y los invitados corearon por fin: ¡Vivan los novios!.

Por la noche, bajo un cielo tachonado de estrellas, la felicidad se entretenía jugando entre mis manos.
Rodeados de los invitados más jóvenes, acudimos a una discoteca. Fue la primera vez que no me hizo falta bailar para sentirme bien... además de que apenas podía hacerlo ya, estaba radiantemente agotada...

- ¿Cuándo es el bautizo, May?.
- ¿Bautizo...? ¿Qué bautizo...? ¡Ah, ya...! Pues cuando me quede embarazada, sin lugar a dudas...

Mis hermanos se empeñaron en vernos bailar un vals, ya que después de la comida no había habido baile. Desde la cabina del discjockey nos felicitaron, y vaciaron la pista.
- ¿Te atreves? –me preguntó Juan.
- Hoy me atrevo a todo.

Salimos a la pista, y bailamos extasiados sin poder dejar de mirarnos a los ojos. 'Barimas y su Padam, padam' adornaron nuestro cuento. Undostres, undostres, undostres. Girábamos, girábamos, girábamos. No apoyes los talones. Y mi cintura se estremecía en cada giro bajo la mano de mi marido. Undostres, undostres, undostres...
Valeria y Pedro aplaudían, mientras gritaban: ¡Vivan los novios!.

Durante la madrugada, cuando por fin logramos escapar a nuestro pequeño castillo, una luna callada brindó con nosotros. Y medias de seda se deslizaron lentamente por pieles húmedas. Y deliciosas ropas de encaje cayeron al suelo junto a un blanco y casto vestido de novia. Y, desnudos de miedos, mientras la luz rosácea de la alborada se asomaba tímidamente por la ventana, vestimos de deseo, lujuria, ternura, y fantasía... un lecho nupcial.

Y volvió la media noche, nueve lunas se amaron, dos bocas se encontraron, y nació un nuevo sol...

(Continuará).

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Booktrailer de esta misma novela: (video de tres minutos, alojado en "YouTube").



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