Por Linet Perera Negrín ... para "Cuba Contemporánea"... (ver enlace al original en "fuente" ... al final del artículo).
Manuel pierde la postura tradicional en la marcha y tiene fuertes dolores musculares. Sus manos tiemblan cuando intenta agarrar algún objeto. A veces no logra articular las palabras y tiene problemas para recordar. Hace algunos años fue diagnosticado con la enfermedad hereditaria Ataxia Espinocerebelosa tipo 2 (SCA2), un tipo de las más de 70 formas de ataxias que existen en el mundo.
En Cuba viven actualmente 800 personas con ataxia que, sumados a los más de 700 fallecidos, resultan en más de 1500 casos diagnosticados. De estos, cerca de 600 pertenecen al tipo SCA2 y se agrupan en casi 160 familias distribuidas por todas las provincias del país. Sin embargo, el 70% de los pacientes se localizan en Holguín y el 95% de los que viven en otra provincia proceden de esa región. Las cifras demuestran que en la oriental provincia existe la mayor concentración de pacientes afectados por este mal.
En el año 2000 fue creado en ese territorio el Centro para la Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (CIRAH), que desarrolla proyectos de investigación en este campo de la medicina y brinda asistencia médica y servicios de rehabilitación.
El doctor en ciencias de la salud Roberto Rodríguez Labrada, Jefe del Área de Investigaciones explica que todos estos datos confieren una prevalencia nacional de la enfermedad de 6,6 casos por cada 100 mil habitantes, y en Holguín de 40 casos por 100 mil, ambas superiores a las tasa de prevalencias globales que no superan los 5 casos por 100 mil habitantes. Además de los enfermos, el cuadro epidemiológico de la SCA2 lo componen los descendientes directos asintomáticos que están en riesgo de enfermar. Estos suman más de 10 mil personas y hacen que la tasa de prevalencia de la mutación se eleve a 29 casos por 100 mil habitantes en todo el país, y 180 casos por 100 mil habitantes en Holguín.
Ante esta realidad tan preocupante se impone conocer en qué consisten las ataxias:
“La palabra proviene del griego a que significa negativo o sin y taxiā que significa orden. Aunque como término, no es una enfermedad, sino un síntoma que describe el estado patológico de la coordinación de los movimientos y que se expresa regularmente por trastornos de la marcha y del habla, así como incapacidad de realizar movimientos coordinados rápidos”, explica el doctor. Sin embargo –añade– al existir un grupo importante de enfermedades que presentan a la ataxia como su principal manifestación clínica, suele atribuírsele al término el criterio de enfermedad, lo cual ya es aceptado en la práctica clínica. Como parte de la comprensión de este padecimiento, el doctor precisa que existen tres grandes grupos: las ataxias adquiridas, las esporádicas y las hereditarias.
El grupo más importante y numeroso, el de las hereditarias, está representado por ataxias con herencia autosómica dominante, el tipo de herencia en que el gen afectado no está en un cromosoma sexual, ni el X ni el Y. Además, por las ataxias con herencia autosómica recesiva y dos pequeños grupos caracterizados por herencia ligada al cromosoma X (que define al sexo femenino), y herencia mitocondrial, donde los genes que se transmiten a la descendencia pertenecen al ADN presente en las mitocondrias y no al del núcleo.
Para el especialista, “las ataxias autosómicas dominantes, también conocidas como Ataxias Espinocerebelosas, agrupan a 38 enfermedades distintas. En este caso, la enfermedad puede aparecer solo con que uno de los dos progenitores aporte el gen mutado a la descendencia, por lo que existe un 50% probabilidad de que ésta enferme”. Dentro de ellas, la Ataxia Espinocerebelosa tipo 2 (SCA2) predomina en el escenario médico cubano.
Un legado maldito
Centro para la Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (CIRAH) |
Para este entonces, en la región existían condiciones socioculturales distintivas tales como altas tasas de matrimonios consanguíneos con el objetivo de las familias de proteger sus bienes y recursos materiales en círculos más cerrados. Además, dado el desarrollo socioeconómico de esta región, existía una alta tasa de inmigración y baja tasa de emigración”, detalla. Por tanto, todos estos factores pudieron haber influido en el incremento de la frecuencia o prevalencia del gen mutado, y así, de la enfermedad, concluye.
Desde el punto de vista clínico, la SCA2 se trata de la forma de ataxia más severa que se conoce dado su elevado carácter progresivo e invalidante. “Sus principales síntomas son la descoordinación de la marcha, inestabilidad postural, trastorno del habla (disartria), dismetría (imprecisiones en la magnitud y el alcance de los movimientos) y otras manifestaciones muy comunes como son el enlentecimiento de los movimientos oculares rápidos horizontales, que representa un signo bastante distintivo de este subtipo”, explica.
A estos indicios, se agregan las alteraciones de la sensibilidad superficial y profunda, alteraciones de los reflejos, trastornos del sueño, manifestaciones cognitivas y alteraciones del control nervioso de las funciones urinarias y cardiovasculares, entre otras. La enfermedad aparece comúnmente en la tercera década de vida, siendo la descoordinación de la marcha el síntoma de debut más frecuente. Sin embargo, debido al fenómeno de anticipación genética, la enfermedad está apareciendo cada vez más temprano, incluso en edades pediátricas, en las que los síntomas y signos antes mencionados son más intensos y progresivos.
Despejar incógnitas:
El proceso de diagnóstico en ocasiones resulta muy complejo por el conjunto de síntomas que pueden identificar otras enfermedades. El especialista detalla que la SCA2 hereditaria tiene un patrón de herencia autosómico dominante, por esta razón su “causa es monogénica, provocada por la mutación de un único gen de elevada penetración, por lo que éste es el factor de riesgo predominante para desarrollar la enfermedad. Sin embargo, existen múltiples factores genéticos y ambientales que pueden modificar el curso de la enfermedad”.
Del mismo modo, para el diagnóstico positivo de la SCA2, se deben precisar los antecedentes familiares, con el objetivo de conocer si existen otros miembros afectados, y de esta manera, confeccionar el árbol genealógico. Mientras, el examen clínico evidenciará los principales síntomas y signos de la enfermedad. “Para la confirmación se requiere de los estudios moleculares que demuestran la existencia de la mutación. Justamente, ésta es la parte más complicada del diagnóstico, aunque la más necesaria, pues requiere de técnicas de biología molecular muy costosas, pero que se desarrolla en el CIRAH desde hace más de 15 años”, expone.
A la vez, esta técnica es la base del test de diagnóstico predictivo, que constituye una oportunidad para que las personas puedan conocer la posibilidad de padecer, o no, la enfermedad. Igualmente, lo es para las parejas en riesgo de padecer la ataxia SCA2, que cuentan con un dictamen precoz en las primeras semanas del embarazo.
Existen otros tipos de análisis que se aplican como parte del como la resonancia magnética nuclear, los estudios neurofisiológicos y los neuroquímicos.
En busca de soluciones:
Hasta la fecha no existe un tratamiento efectivo que detenga o bloquee la degeneración provocada por la SCA2. Pero sí hay tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes y los síntomas. Uno de ellos es la rehabilitación neurológica que “constituye una alternativa terapéutica que debe ser sostenida y que ayuda a frenar la progresión de la enfermedad y las alteraciones cognitivas, con resultados positivos en cerca del 60% de los pacientes”.
Para algunas de sus manifestaciones, o síntomas, como los movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño, las sensaciones molestas en las piernas, existe la administración de agonistas dopaminérgicos. Estos ejercen un efecto directo sobre los receptores de dopamina, compuesto químico importante para la interconexión o comunicación interneuronal en el sistema nervioso central, que está disminuido en estos pacientes.
Las alteraciones de la sensibilidad, la intensidad, frecuencia y duración de las contracturas musculares dolorosas se pueden mejorar con la administración de megadosis de vitaminas del complejo B durante periodos de tiempo prolongados.
Del mismo modo, la potencialización del efecto de la neurorrehabilitación a través de la suplementación de zinc, ha demostrado resultados significativos en dos ensayos clínicos realizados en enfermos de SCA2 en Cuba. Aunque “la mejor solución terapéutica para la SCA2 es la sustitución del gen defectuoso, o su transcripto (ARNm), mediante terapia génica (inserción de genes funcionales ausentes o defectuosos en el genoma de un individuo), pero su aplicación en seres humanos se retardará hasta que sean evaluadas las pruebas de toxicidad apropiadas”, revela.
Aún en fase de desarrollo se encuentra la terapia con células madres, en SCA2.
Para el doctor, la ayuda de la familia es fundamental, pues contribuye a evitar los estados de depresión y ansiedad que caracterizan a estos individuos... quienes, hasta estadios moderados de la enfermedad, pueden estar muy integrados a la sociedad ya sea en el estudio y/o el trabajo, aclara el especialista.
Además, los familiares son importantes en el apoyo físico para que el paciente tenga ayuda en las acciones motoras que realmente no puede ejecutar. Pero –subraya– es importante aclarar que los familiares cuidadores no deben siempre imponer su ayuda a los pacientes, éstos sólo deberán ayudar cuando realmente sea necesario asistirlos para no reducir su período de independencia funcional.
Fuente: http://www.cubacontemporanea.com/noticias/11820-ataxia-ojo-entre-el-genoma-y-la-inestabilidad
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