Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Belén Hueso Balaguer, paciente de Ataxia de Friedreich, de Aboraya (Valencia).
Nota: Este texto, del cual (excepto la fotografía) se realiza una copia, ha sido editado en el periódico 'La Vanguardia (Comunidad Valenciana)'. Para verlo en su sitio original, pinchar en el enlace de "Fuente" ... al final del artículo.
¿Dónde quedaron esas llamadas de hora y media, o esa "época" en la que, en casa, nos peleábamos por el teléfono fijo?.
Desde principios de 2009 ya oíamos hablar de él, y los más "modernos" empezaron a incorporarlo a su vida. Si dos años después, aún no te habías descargado la aplicación -como yo-, eras un bicho raro. Ahora, terminando 2014, si todavía no lo tienes, no es que seas raro, eres un ser rarísimo: ¿Cómo puedes vivir sin él?.
Sí, como muchos habréis intuido, me refiero al whatsapp y su revolución. Ese chat -que ha hecho extinguirse al SMS-... rápido, cómodo, instantáneo, y gratuito, que lo único que necesita es conexión a internet (tarifa o wifi), y batería en el móvil. Una maravilla de la comunicación, que igual te sirve para un "OK", un "La cena es a las 9:30h", "Hasta las 15h no llego", o, incluso, un "¿Cómo estás?", para evitarnos llamadas, porque tenemos taaaaaaaantas cosas por hacer, taaaaaaaaan poco tiempo para regalárselo a los demás... Como esa acertadísima frase de Mafalda: "Lo urgente no deja tiempo para lo importante.
¿Dónde quedaron esas llamadas de hora y media, o esa "época" en la que, en casa, nos peleábamos por el teléfono fijo?.
Debido a su practicidad, nos permite escondernos detrás de la pantalla del móvil para decir cosas que por teléfono -y muchísimo menos frente a frente- no nos atreveríamos a decir. Y no hablemos de las discusiones, ni menos aún de las grupales, donde pueden llegar a estar discutiendo a la vez 20 personas, enredando más y más la pelota, sin entender muy bien lo que ha querido decir la otra persona, o la entonación que le ha querido poner. Porque lo que queremos decir sólo vale un 7%, la voz un 38% y la comunicación no verbal un 55%. Así que, para decir algo importante, transmitir un sentimiento, si quieres que la otra persona reciba todo al 100%, sin malentendidos, díselo a la cara, y así de paso le regalas una sonrisa, que eso lo vale todo.
¡Así que, ya sabes: no whatsappées, llama!.
Fuente: La culpa fue del whatsapp.
Comentario del administrador del blog:
Este artículo de Belén es una fina ironía respecto al whatsapp, al haberse visto involucrado recientemente en ciertas comunicaciones turbias, como las que aparecen en el recuadro de arriba. En general, ningún invento es malo, ni tiene la culpa de uso que se haga de la tal innovación.
Parece que los forofos futboleros ultras (con añadidos ideológicos) del Deportivo de la Coruña y del Atlético de Madrid, ambos bandos, se habían citado por whatsapp para "cascarse a mano limpia" (pelearse violentamente, pegarse, organizar una batalla campal, pero sin armas). Y pasó, lo que pasó. Ahora el fútbol llora, lágrimas de mentirijillas... puesto que detrás hay interés turbios, que, por supuesto, nadie ignoraba que tales ultras existieran y que cosas como ésta, o aún peores, pudieran ocurrir.
Afirma un dicho castellano que "Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena". Ya tronó... hay revuelo... volverá la calma... se olvidará todo... hasta que vuelva a tronar otra vez.
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Gracias, Belén.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad!
Miguel-A.