Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Miguel-A. Cibrián, paciente de Ataxia de Friedreich
Este cuadro, de 1,20 de anchura, aunque con numerosos trucos, lo hecho yo... Representa un paisaje real copiado de fotografía.
Sí, soy "renacuajo"... ¿Pasa algo? Reacuajos era el apodo gentilicio de los naturales de Villanueva de Odra, mi pueblo. Cada población tenía su apodo gentilicio. Así, los del pueblo del éste eran "rabudos" (que es peor, o al menos más feo).... y los del oeste eran "bubillos" (abubillos, pájaros vistosos, pero malolientes). Nosotros éramos renacuajos (alevines de rana). Pero, al fin y al cabo, teníamos río, y ellos no). ¿Sería envidia?. También tenían río en la población del sur, pero su apodo era más feo: "brujillos" (sobran los comentarios).
Esto fue muy popular desde tiempos inmemoriales, hasta el comienzo de la despoblación rural en busca de mejores horizontes laborales en las ciudades industriales (década de los 60). Hoy está totalmente desaparecido, salvo llevarlo a gala en algunas ocasiones: como hacerlo constar en las camisetas que, a modo de uniforme, se llevan durante las fiestas patronales.
En realidad, la gente mayor pasaba totalmente de estas rivalidades. Éramos los jóvenes quienes buscábamos una inexistente rivalidad. A veces organizábamos partidos de fútbol, jugados en las éras, como si en ello nos fuera la vida. La polémica estaba servida, porque jugar sin árbitro, con poterías marcadas por dos piedras, y con líneas de banda imaginarias, solía acabar en discusiones...
Otro lío que recuerdo, exclusivamente con los de Tapia, los rabudos, era, cuando de niños, llevábamos a pastar a las vacas. Y las nuestras, por despiste, incursionaban en sus terrenos. Si bien recuerdo también haberlo hecho adrede, en busca de bronca. Claro que yo en estos casos no pintaba nada, pero tampoco podía contradecir la ocurrencia del mayorcete de turno... o te acusarían de tener miedo.
Sin embargo, la costumbre más curiosa y ancestral habida, es que un muchacho para casarse con una joven de otro pueblo, tenía que pagar a los jóvenes convecinos de ésta unos "derechos" (así lo llamaban): Nada de otro jueves. Una merienda-cena, y una cántara de vino (una cántara equivale a 16 litros)... todo ello, consumido en completa fraternidad... Si bien, para evitar una larguísima serenata, la noche de bodas habían de pasarla en clandestinidad (en casa de algún familiar lejano... mejor en otra población distinta).
Villanueva de Odra y Tapia de Villadiego ... video de 27 minutos, de la Televisión de Castilla y León - Burgos ... fecha de emisión 24/02/2016.
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Hola Miguel. Me gusta la pintura y el texto.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz fin de semana-
ResponderEliminarUn abrazo.
Por Facebook sé de tu enfermedad. Te deseo una rápida recuperación y que pronto estes de nuevo entre nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.