Blog "Ataxia y atáxicos".
Texto de Bartolomé Poza Expósito, paciente de Ataxia de Friedreich, basado en un cuento de Alonso Ramírez Hernández.
Fuente original: Cuento de Alonso Ramírez Hernández.
FÁBULA AMORAL
(Historia de un pájaro existencialista y su libido mortal).
En lo hondo de la selva, vivía un pájaro de bello plumaje, que leía a Sartre. Así, desde polluelo, desarrolló la noción de que actuaría en consecuencia de saberse solo ante una vida incierta, y siendo un sujeto condenado a la libertad.
Pero llegó la temporada de celo, sumiéndolo en una profunda angustia. Su especie, entre todas las aves, tiene dos peculiaridades: su codiciado y único plumaje, por un lado, así como el más delicioso e intenso orgasmo para un macho en todo el reino animal. Eso, con el pequeño defecto de que, sin excepción conocida, tal potencia mata a los jóvenes novicios, de un infarto, a los pocos segundos, tras su primera y última eyaculación.
De este modo, mientras presenciaba con pavor cómo sus amigos de infancia se morían a su alrededor (eso sí, dando trinos extasiados y aleteando casi como colibríes), el pájaro se debatía contra el deseo creciente que le consumía. Con angustia vital, se decía que todo su afanoso trabajo de desarrollo moral e intelectual (que a nadie en ese momento le importaba excepto a él), se iría al traste de ceder a ese único y casi fortuito acto de lujuria.
Igualmente, temía estar siendo demasiado escrupuloso ante el natural flujo de sus deseos, negándose la tan ansiada afirmación de su existencia a través del cuerpo.
Pasaron las horas, el ave existencialista reflexionaba tenso en su nido, y miraba como tantos follaban locamente a su alrededor, sabiendo que no habría un mañana. Pero el fin de sus cavilaciones llegó con una pajarita sensual, que se posó en la rama de enfrente, lo miró lasciva, luego se dio la vuelta, y levantó la cola, para mirarlo de nuevo ansiosa y respirando agitadamente.
Entonces él dejó atrás toda duda, y se dispuso a perder sus prejuicios. Y en el preciso momento en que extendía sus alas, la bala certera de un cazador lo atravesó el corazón.
Moraleja (políticamente correcta): Hay oportunidades únicas en la vida. Pese a que sea arriesgado, hay que tomarlas cuando aún es tiempo, porque nunca se sabe si podrán volver a presentarse.
Moraleja (obvia... al pie de la letra): Si puede coger... ¡coja! Nadie sabe lo que va a pasar mañana.
Bartolomé Poza Expósito.
Paciente de Ataxia de Friedreich.
Barcelona, noviembre, 2010.
NOTA: Para ir al libro, de acceso gratuito, "Mi pequeño diario", escrito por Bartolomé Poza Expósito, paciente de Ataxia de Friedreich, hacer click en: http://www.miguel-a.es/BPMILI/
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2- Sección "PowerPoint del día":
Ya que Bartolomé, con su relato, nos ha puesto calentitos/as, intetaré rematar la faena con el PowePoint:
Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, hacer click en: De sexo oral, y otras hierbas.
¡Cuidado con la lengua :-)
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3- Sección "Artículo recomendado":
Cambiamos radicalmente de tema, y nos vamos a las últimas novedades de la técnología en aparatos unipersonales de rehabilitación. Ver en: Empresario israeli inventa pantalones robóticos.
No es ninguna broma: Parece ser que con estos "pantalones", aunque sea como "Robokop" algunos podrán darse un paseo.
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Bartolomé, ¿estás haciendo méritos para conquistar el título de "viejo verde"? :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Este cuento es de mi autoría. Si usted lo quería publicar, podía pedirme permiso. Me parece inadmisible que lo haya puesto acá sin mi consentimiento. Ruego que por favor lo borre.
ResponderEliminarEstimado Sr. Alonso Ramírez:
ResponderEliminarMi nombre es Miguel-A. Cibrián... y soy el acministrador del blog. El cuento, o fábula, me ha sido enviado por quien figura como autor, Bartolome Poza Exposito, autor del dirio dela mili0 (abajo reseñado). Ignoro las circunstancias concurrentes: Si es plagio, o si ha tomado alguna idea, que ha expresado con propias palbras, o es algo cuya coincidencia es casualida.
En cualquier caso, es conflicto entre Bartolomé y usted.
Por mi parte, no tengo inconveniente, si eso me pidieran ambas partes, en cambiar el blog 'Ataxia y atáxicos' el nombre del autor... ni tampoco en suprimmir la entrada del blg.
Mi dirección es mcibriand@gmail.com
Atentamente.
Miguel-A.