Blog "Ataxia y atáxicos".
Fuente (excepto fotografía): "eldía.es" de Santa Cruz de Tenerife.
Fecha: 28/11/2010.
Original en: Nacida para luchar.
Autor: L.C., S/C de Tenerife.
Lala padece una enfermedad degenerativa, ataxia, que afecta a su movimiento, pero eso no le impide llevar una vida llena de actividad. Inteligente y luchadora, asegura que no parará hasta que se eliminen las barreras físicas.
Candelaria Lima, Lala, como la conocen todos, no para. A pesar de su discapacidad y de residir en El Sobradillo es raro el día que permanece en su casa.
Con su silla motorizada tarda 15 minutos en llegar a la parada del tranvía de Tíncer y desde allí baja a la Cruz del Señor, donde colabora con dos asociaciones, o se mueve por la ciudad para hacer gestiones.
Lala tiene ataxia, una enfermedad degenerativa que desde los 16 años comenzó a golpearla. Su actitud, sin embargo, es de lucha. Contra las barreras físicas y sociales a las que se enfrenta.
Un día en la vida Lala comienza temprano, sobre las ocho. Vive con su madre, que la ayuda en lo básico, pero para asearse y vestirse cuenta con una persona que paga ella misma con el dinero que recibe por la Ley de Dependencia. Tres días por semana va a la piscina de Ofra, gracias a una asociación que cuenta con un monitor. La natación es muy buena para su enfermedad, por lo que se muestra tajante en seguir asistiendo, "aunque tenga que ir con el gorro puesto desde mi casa". Lo dice porque necesita ayuda para vestirse y desvestirse y, si no fuera por esta asociación, no podría hacerlo.
Lo mismo ocurre con los desplazamientos hasta la piscina de Ofra. Seis meses al año cuentan con micro y chófer gracias a una subvención, el resto tiene que acudir en guagua, lo que en muchas ocasiones es una odisea. "El problema que tiene la guagua es que hay muchas rampas que no funcionan y no las arreglan", asegura. Lala dice que no ocurre lo mismo cuando se rompe un retrovisor. Entonces la guagua va a la cochera "y hasta que no se arregla, no circula".
En otras ocasiones son los propios chóferes los que no saben cómo funciona, comenta. "Tienes que decirles que si no pegan la guagua a la acera, la rampa no se abre", añade.
Algunas marquesinas, además, "tienen un escalón", de forma que "si está lloviendo tú tienes que esperar fuera".
Por ese motivo, a no ser que no tenga prisa, Lala prefiere el tranvía a la guagua. Hasta 2007 conducía su coche, pero tuvo que dejarlo por el avance de la ataxia. "Con las enfermedades degenerativas tienes que marcarte nuevos objetivos todo el tiempo", explica.
Rehabilitación:
También estuvo trabajando como auxiliar administrativa en el Servicio Canario de Salud (SCS) y como operadora en el 012, pero prefirió centrarse más en la rehabilitación, que es lo único que puede frenar el desarrollo de su enfermedad.
Aún así, lleva las cuentas de dos asociaciones, asiste a reuniones, mesas redondas, es miembro de la plataforma Queremos Movernos...
Sobre la ciudad de Santa Cruz de Tenerife opina que "va mejorando", pero que hay muchas cosas que, "si las tuvieran en cuenta, ya estarían arregladas". Nos señala varios rebajes de aceras incomprensiblemente asimétricos. En la calle Manuel Orece y Arocha con Juan Rumeu García, uno de los rebajes está en el paso, pero otro se encuentra dentro de un espacio marcado como aparcamiento. Resultado: Lala termina yendo por la carretera ante la imposibilidad de subir a la acera.
Lo mismo ocurre en la zona del Intercambiador, en el paso de cebra que va a dar a la esquina de los Juzgados. El rebaje, no entendemos por qué, está en una zona marcada como aparcamiento para los Juzgados.
Otro ejemplo que señala de mala planificación es la Rambla de Santa Cruz. No puede ir por el centro porque cuenta con algunas interrupciones como rotondas que no son accesibles. Pero si va por las aceras, que son muy estrechas, explica que tiene que ir haciendo equilibrios para que la silla no se salga de la acera y al mismo tiempo no golpearse con las papeleras que ha dispuesto el ayuntamiento en la farolas y semáforos.
Otras veces no son tanto las obras públicas como las malas costumbres de los conductores. Cuenta que la última vez que fue al oculista en el Hospital del Tórax tuvo que circular por la carretera porque la acera, toda adaptada, estaba invadida por coches aparcados.
24 horas en la vida de Lala dan una idea del esfuerzo y del ingenio que tiene que emplear para hacer cualquier cosa cotidiana y sencilla. Para comprarse ropa, por ejemplo, lleva una cinta métrica en un bolsillo lateral de su silla. Si ve algo que la gusta, lo mide y así sabe si le va a servir o no. Si la tienda no está adaptada y necesita algo, explica que les pide a las dependientas que se lo saquen a la calle.
Lala es una luchadora y afirma que va a emplear todas sus fuerzas para lograr avances en la accesibilidad de las personas discapacitadas. El resto depende de los ciudadanos y dirigentes de Santa Cruz.
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2- Sección "PowerPoint del día":
Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, hacer click en: TEST (sin tampas).
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Gracias, Lala.
ResponderEliminar¡Ánimo! Un abrazo.
Miguel-A. ("compinche" de enfermedad).
HOLA LALA,ME HA CONMOVIDO,TU HISTORIA DEL DIA A DIA,ERES MUY VALIENTE,Y TE ADMIRO!!SIGUE ASI,POR FAVOR,QUE ASI PUEDES AYUDAR A OTRAS PERSONAS A SEGUIR,GRACIAS Y ANIMOS,UN BESO.
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