Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Cris Ruiz Sañudo, paciente de Ataxia de Friedreich, de Cantabria.
Copiado (excepto el material gráfico) del blog personal de la autora: Blog de Cris Ruiz Sañudo
Original en: Lo que no nos mata, nos hace más fuertes.
¡Harta! Estoy un poco harta de todo. No sé qué me pasaba últimamente. Estaba tranquila, bien... pero la desesperación vuelve a llamar a mi puerta. Y, aunque me resista a dejarla entrar, ¿cómo saldré yo, si no puedo abrirla?. Ya sé... por la ventana, je, je, je, ¡Vaya atajos que me pillo! Lo malo es que, desde un segundo piso, a lo mejor me hago daño huyendo por tal salida... y más, sabiendo el estilo que tengo para caerme. Es que cuando me caigo, sé que me voy a caer, antes de perder mi equilibrio... y, en mi fallido intento por escapar de esta situación, acabo haciendo en el aire, por el camino, todas las posturas habidas y por haber que me puede dar tiempo. Piruetas que, viéndolas desde fuera, son algo cómicas y rápidas, pero yo veo siempre mi caída a cámara lenta... y me me da tiempo a pensar lo que quiero y puedo hacer para evitarlas, pero mi cuerpo no es tan rápido como mi mente en esos momentos, y acabo en el suelo, perpleja.
Tampoco le doy mucha importancia al caérme. Es más el susto que me llevo. Lo que sí me fastidiaría es caerme en la calle, donde lo paso peor... no por el hecho de haberme caído, sino porque me ve la gente.
Hace años me caí en la calle, con la mala suerte de que fue al principio de un paso de peatones, por donde pasaban los coches sin parar. Alguien, no fijé quién, me levantó en un segundo, sin pensárselo. Ese día paré el tráfico (literalmente) ja, ja, ja. Estaba tan cortada, que ni siquiera pude voltear mi cabeza para ver qién había sido mi "salvador", y darle las gracias. Imagino que debió ser un chico, porque me levantó como si fuera una pluma, como si no pesara nada.
Una amiga con mi mismo problema de ataxia, me contó que un día también se cayó en la calle... con la única diferencia de que la gente pasaba por su lado, la veían en el suelo, y no tuvieron narices de ayudarla... encima ella acabó con un esguince, provocado por la caída, y no podía casi levantarse. Yo, mientras me lo contaba, pensaba en lo que hubiese hecho en esa situación. Creo que no habría vuelto a salir de casa, nunca, más por el daño moral que por el físico. ¿Cómo puede ver la gente algo así, y no tener la decencia de ayudar? Tampoco estás pidiendo nada del otro mundo: sólo un poco de humanidad.
Pero, como ya sabemos todos "lo que no nos mata, nos hace más fuertes". Y, si no es por una misma, siempre hay un motivo por el que luchar y seguir adelante... aunque hayamos de vivir el resto de nuestra vida haciendo equilibrios para no caernos.
********************
2- Sección "PowerPoint del día":
Un día más, y ya finalizamos, continuamos con "Historias de cuernos"
Para visionar y/o guardar el archivo PowerPoint, hacer click en: "Historias de cuernos (IX)".
La canción que suena en este archivo PowerPoint, es una bellísima rumba interpretada por "Los Amaya".
********************
3- Sección "Artículo recomendado":
Hoy, en esta sección, en vez de enlazar, se continúa con humor grueso, en texto, extraído de la lista de correos HispAtaxia.
La sirvienta bruta:
Aprovechando la ausencia de su esposa e hijos, que están pasando un fin de semana en la playa, Don Luis insiste a la nueva y bella sirvienta que le abra la puerta de su dormitorio.
- Anda, María. Abre la puerta... que no te va a pasar nada malo. Sólo que podremos gozar un rato juntos.
- ¡No, señor! ¡Estese quieto!.
- Mira, María, si abres, te aumento el sueldo...
- ¿Y, luego, que le decimos a la patrona?.
- Pues nada. ¡Ella no tiene por qué enterarse!.
- Está bien, patrón, pero pase por debajo de la puerta su certificado de que no tiene SIDA.
Don Luis, sabiendo que la sirvienta no sabe leer, recuerda el chequeo médico que se acaba de practicar, y le pasa, con él, hasta una partida de nacimiento, sobrante de un viejo requisito administrativo. Ante lo cual, la sirvienta cede... y Don Luis se da el gustazo.
Cuando acaban de hacer el amor, D. Luis enciende un cigarro, y, en tono cínico, le dice a la sirvienta:
-¡Caramba, María, no sabes leer ni escribir, pero que bien estás enterada de las cuestiones de salud!.
- Sí, patrón. Yo seré ignorante, muy ignorante, requeteignorante, ¡pero a mí, eso del SIDA no me lo pegan dos veces!.
*******************
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Gracias, Cris!.
ResponderEliminar¡Ánimo, que ya llega la primavera!.
Un abrazo.
Miguel-A.
Pues, no te acobardes, Cris, es el riesgo que corremos, y que hay que asumir. Yo, me paso la vida en el suelo, caidas para atrás, cuando da la vuellta la silla al intentar subir alguna rampa.
ResponderEliminarUn saludo.
Y yo k pienso ke mi vida será mas fácil cuando este en silla... ya veo k me ekivoco, si no es de una forma es de otra, lo cierto es k siempre caeré, los k ya habeis pasado x esto y podeis comparar, k es mejor?????????
ResponderEliminarCris, no hay mejor... ni peor. Cada cosa y tiene su tiempo... que no es un punto fijo, sino que has de decidirlo tú. Sin traumas... la silla no es el final... sino una ayuda necesaria, como quién usa gafas, o dentadura postiza. Tampoco es necesario comenzar de repente: Puedes empezar a utilizar silla solamente en exteriores, y en casa valerte sin ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Hola Cris, hay que tirar pa´lante como sea. Todas las malas acciones que te puedan pasar en momentos de ese tipo, tus caídas... Úsalaspara aprender a enfrentartea tu situación, exige el respeto a tu diferencia pidiéndo ayuda,que eso no es razón para avergonzarnos.Mucha gente no sabe ´cómo actuar con personasque viven unasituación como la nuestra, y esperan a que les pidamos ayuda.
ResponderEliminarantes de que decidas cogerla silla, prueba coger un andador, verás que todo tendrá una visión más estable, creo yo, claro. y cuandoo cogí este me seguía cayendo, pero mucho menos.
y cuando cogí la silla, estaba y estoy más segura, al principiopuede que tengamos caídas, pero no tan catastróficas como las que hemos pasado todos cuando pasamos por esa etapa de la enfermedad del borracho.
disancor, para subir una rampa tú solo, prueba hacerlo marcha atrás,así la silla no te hará "caballitos" y no se volcará; y si no pide que te suban, que no pasa nada, soloque tú estarás más tranquilo.
un abrazo a todos
María P.B.
Cris, yo tambien me caigo y x esto voy con andador, creo k lo importante es poder volverse a levantar x supuesto con ayuda y despues pensar, hacerte sensible y vivir vivir vivir. Cris tienes toda una vida x delante aunque sea con silleta y puedes hacer muchas cosas,los malos momentos ya vendran sin llamarles ¡¡¡animo!!!
ResponderEliminarJoan
Gracias a todos x vuestros animos y consejos, sois como mi segunda familia,cuidaros muxo tambien, muakiiiiiiiiiiiiiiiis
ResponderEliminar