Blog "Ataxia y atáxicos".
Notas del administrador del blog:
Continuamos con el homenaje a Tony. Seré breve en presentaciones, convenientes en los blogs, pues uno puede leer una entrada, sin haber leído la anterior: Tony, falleció el 03/06/2011... era discapacitado, debido a secuelas de la polio... y novio de Gladys Filgueira, paciente de Ataxia de Friedreich, de Buenos Aires. Para más información sobre Toni, pinchar en: Homenaje a Tony (I parte).
Y seguimos el homenaje, con una serie de humor fino, aunque para entenderlo, son necesarias algunas explicaciones. Para ir a dicha explicación, así como a la primera parte de esta serie de humor, hacer click en: Homenaje a Tony, III parte.
La segunda parte de esta serie de humor, puede hallarse pinchando en: Homenaje a Tony, cuarta parte.
La tercera parte de esta serie de humor, puede hallarse haciendo click en: Homenaje a Tony, quinta parte.
Por el "Sr. X":
Querida Zorahilda:
Tu desconocimiento del argot de estas tierras de labranza (donde, hasta hace poco, se labraba con yuntas), de donde yo procedo, creo que te lleva a pensar en las antípodas de cuanto he querido decir. En nuestro argot, un macho no es otra cosa que un mulo. Y, puesto que los mulares son híbridos de cruce ente caballares y asnales, un macho burreño sería el que se parece más a los asnales. O sea, siguiendo con el argot de las tierras de labranza, un macho burreño sería un mulo, mas bien pequeñito, y de escasa calidad para el trabajo de tirar de los aperos de labranza. ¿OK?.
Nunca he presumido de masculinidad, sino todo lo contrario. Ya en mi primer mensaje rechace tu alusión a corcel. Lo que busco en una mujer es amar y ser amado. Y dentro de unos cauces, se hará lo que se pueda, aunque no sea gran cosa.
Claro que aprecio el trabajo poético de Federico. Me da la impresión de que mucho más que tú. Valoro su sencillez de lenguaje y la musicalidad de sus versos. Eso que le lleva a decir “sus cuatro corpiños”. Yo lo admito, sin más, me cuadra en lo poético, aunque no cuadre en la realidad.
A Juan Ramón le conozco como precursor de la prosa actual: frases cortas y concisas. Sin embargo, no le he leído, salvo sus alusiones a Platero, como las que citas, que aparecen en los textos de literatura.
Te insisto que yo no tengo nada que ver con Granada. Y como, en lugar de un D. Juan, soy eso: un macho burreño, no quiero engañarte con falsas promesas. Tampoco tengo ni un maravedí. Por lo que el sistema tributario, ni fu ni fa. Si me lío contigo, ha de ser por tu persona, no por tus bienes.
Para llegar a la consumación, han de darse dos condiciones: que mi amada, la princesa cristiana, no reclame derechos, y que nos enamoremos. Así que, para esto último, deja tu burka, y haz gala de tus mejores dotes seductoras femeninas, hasta dejarme rendido ante tus encantos. Por mi parte, pondré lo necesario para que así sea.
Recuerda: soy un insignificante macho burreño, pero bueno, honrado, y noble.
Por Antonio gallego (Tony), en el papel de Zorahilda:
Para mi amado:
No creas que siempre lo que Natura no da, Salamanca no puede prestarlo. Si bien, por mi noble nacimiento, lo mío fueron los ambientes palaciegos antes que las actividades rurales, no hay conocimiento faltante que una buena biblioteca no pueda completar. Por lo tanto, ni corta ni perezosa, cogí los libros -sí, oíd, argentinos que esto leéis, “cogí” los libros- y ahora pregunto yo: decidme “Sr. X”,
¿exactamente, con qué híbrido, producto de la cruza de un equino y un asnal, debo asimilaros? Un mulo, o un burdégano? Ya que sois pequeñito, por propia confesión, quizás debieras presentarte como esto último. Un mulo es alto de grupa, mi señor. Un burdégano, más equino en la forma, más 'asnal' en tamaño, tendería más a parecérsete. Innecesario, casi, aclarar que el largo es muy similar en ambas variantes. Obviamente, hablo de las orejas, no de otra cosa.
Como lectora, he frecuentado más a Federico que a Juan Ramón, sobre todo su teatro, pero valoro mucho a los dos. Hay que ser muy buen poeta para hacer aparecer adorable a un animal tan poco favorecido en el reparto de belleza, como el noble asno. No entendáis mi comentario de tal forma que os ofenda. Vuestra autoimpuesta 'burdeganidad' la sé meramente retórica. Pero, aún así, no me quejaría de que hubierais heredado las orejas y otros miembros.
Y si ahora os dejo, es porque debo vigilar más de cerca a mi Clodoviges. Cada vez estoy más convencida que bajo, su burka se oculta un tremendo secreto. El otro día la sorprendí saliendo del toilet de 'caballeros'. ¿Podríais creerlo? Tal vez luego de 400 años de forzada convivencia, termine descubriendo que es más Clodo que Viges.
¿Qué me contáis? Ahí va de nuevo rumbo al baño. Os dejo, voy a seguirla. De paso, por ahí ligo algo.
¡Ah, feliz Año Nuevo para ti y todo el mundo, cristianos, y musulmanes, y judíos, y budistas y...
Zorahilda, la burdeganofílica.
Por el "Sr. X":
Querida Zorahilda
El asunto de mis progenitores es mejor no menearlo. Podemos menear otras cosas con resultado más placentero. Por cierto, no me tocan la flauta ni por casualidad. Pero, volviendo a mis progenitores, me pones en el aprieto de tener que llamar burro/a a uno de los dos.
¿De qué largura hablas? La erección en los equinos es todo un espectáculo digno de ver. Pero podrías verlo gratis. Solamente tienes que ponerte en cueros ante mí, y decir: “Ven, cógeme... cógeme ese pañuelo que se me ha caído al suelo”. Y si la princesa cristiana reclamara sus derechos, cojo el pañuelo para cubrir mis atributos. Y si no, haciendo caso omiso al pañuelo, me lanzo sobre su dueña. Así soy yo de burro... ni siquiera me comería un flan de caramelo. Y no te lo tomes por desprecio: esa condición ha quedado clara desde el primer día.
Volviendo a lo de antes, creo que me sobró una foto del año pasado. Miraré a ver si la encuentro.
Respecto a Clodoviges no sé qué puede llevar bajo el burka. Tal vez, se haya aficionado a mangar cosas en el supermercado, ocultándolas bajo su levitón. O puesto que mencionas los urinarios de caballero, tal vez quiera reivindicar la igualdad feminista, intentando mear sin sentarse en el servicio.
Bueno, me parece que habré de pasar por la ducha fría.
Por Antonio gallego (Tony), en el papel de Zorahilda:
Por siempre recordado caballero:
Ignoro dónde conseguisteis esa fotografía, pero evidentemente tenéis acceso a muy buen material gráfico. En otras circunstancias, os hubiera invitado a que me mostrarais el resto del álbum. Habría de por medio una botellita de jerez a la temperatura adecuada y unas gambas con la cantidad justa de ajo y perejil. Tendría yo puesto un deshabillé de lo más desprejuiciado, y en el ambiente sonaría una sensual cadencia de tamboriles. Yo me desataría en una voluptuosa danza del vientre, y tú no podrías resistir el embrujo de mis negros ojos moros, y seguramente te abalanzarías sobre mi, derribándome sobre la alfombra persa. Y, carcomido por un deseo irrefrenable, me iríais arrancando con toscos manotazos una por una mis...
¡Pero, no! ¡No! ¡Deteneos, caballero! ¡Sacad de ahí esa mano! Contened por difícil que os resulte vuestros burreños instintos, y respetad a una doncella que ya no es libre...
Así es, mi señor. Por más que os duela, prestad oídos a mi historia, y veréis que en ningún momento busque induciros al engaño, ni mucho menos jugar con vuestros sentimientos.
¿Os acordáis que en mi última misiva os contaba que iba a vigilar a Clodoviges, pues sospechaba que escondía un enorme secreto? ¡Pues sí que era enorme! A su lado, el asno de vuestra foto es un eunuco amedrentado. Sorprendido in fraganti, Clodoviges reveló ante mi el misterio por tanto tiempo ocultado. La profecías del Gran Mago Abdul El-Kotur realmente eran tan sólo una invención para que él, o sea Clodoviges, o sea, el Mago mismísimo, tuviera un pretexto para permanecer a mi lado hasta el ansiado día en que el perdido Reino de Al-Andalús renaciera con el antiguo esplendor. Un día que, no habiendo profecía alguna que deba cumplirse, es de llegada aún más incierta.
El hallazgo provoco en mí un torbellino de emociones de muy opuestos signos, pero un instante antes de molerlo a zapatazos, comprendí la inmensidad del tiempo que había estado esperando mis atenciones. Y decidí que tanta constancia de su parte, debía encontrar en mí una respuesta igualmente apasionada. Algo influyó también un viejo pergamino que agitaba en la mano, que yo no le mordía, y que hablaba al parecer de un cierto principado no lejos de Damasco, que habría de heredar cuando me desposase. Siempre y cuando, claro está, la luna llena brillara el tercer día de Ramadán de un año bisiesto sobre un camello que llevara en las alforjas las enaguas de una mujer enamorada. Resuelta pues a hacer que esta vez la profecía se cumpliese, decidí unir mi destino al del Mago, y seguirlo en la persecución de su sueño.
Comprended pues, mi señor, estas razones, y no me juzguéis con demasiada severidad. Sé que una vez que mi Mago y yo nos hayamos ido en una alfombra voladora rumbo a nuestro reino de ensueño, algunas personas más racionales, pero no por ello más acertadas, os dirán que yo no existí nunca, que fui apenas un personaje inventado en el curso de un entretenimiento por vuestro Amigo Invisible. Pero espero que vos seáis de los que prefieren creer en profecías, princesas, y palacios con, presencias invisibles, y alfombras que vuelan, y no os dejéis convencer por sus ridículos argumentos prácticos.
Os deseo, de todo corazón, que podáis construir, junto a vuestra princesa cristiana, el mejor de los sueños, y con alfombra, o sin ella, con magia, o sin ella, volar un día, juntos, hacia el bendito país en que las profecías se cumplen.
FIN
Notas finales del administrador del blog:
Bien, como dije al inicio del relato, en este juego quien iba de invisible era Antonio Gallego (Tony), que, bajo el pseudónimo de Zorahilda, princesa musulmana, se dirigía, abierta y públicamente, a Miguel-A. O sea, que yo mismo fui el incauto “Sr X”, que, aunque sabía que esto era un juego, creía estar hablando con una mujer. De hecho, desde el primer día, cuando mencioné “por creer en la buena ESTRELLA navideña”, estaba superconvencido de que mi amiga invisible, en el papel de Zorahida, era Estrella Pita, paciente de Ataxia, de la Coruña.
He de decir que Tony fue un gran jugador. Tan hábilmente y con tanta perfección jugó al despiste, que uso un castellano puro... cosa inhabitual en Tony, que, habitualmente, salpicaba sus escritos en la lita de correos HispAtaxia con localismos argentinos (dicho sea de paso, tan válidos como los castellanos). Sea como fuere, aquí, fui yo, quién, sin saberlo, representó el papel de ingenuo. Aunque, por descontado, he de "quitarme el sombrero" ante Tony.
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2- Sección "PowerPoint del día":
Hoy ponemos un audio de despedida. ¡Hasta siempre, Tony!.
Es una interpretación, por sevillanas, del grupo "Amigos de Ginés". Se advierte que la canción, de 560 KB, tiene silencios entre las estrofas.
Para escuchar y/o guardar, hacer click en: Sevillanas del adiós.
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¡Hasta siempre, Tony!.
ResponderEliminarMiguel-A.