Por Carmen Ramos Añón, paciente de Ataxia de Friedreich, de Sevilla.
Carmen, de sevillana, en la 'Feria de Abril' de su Sevilla natal |
Resulta que en el gimnasio al que “voy a ponerme fuerte”, hay varios programas de clases para mantener la figura… donde hay unas profesoras de éstas que las ves, y dan envidia de lo guapas que son. Bueno… hace dos años iba al gimnasio con una amiga de mi edad, que me llevaba en silla de ruedas hasta los vestuarios… y, luego, me movía andando por el local, apoyada en su brazo. Y un día me dijo: “Carmen, quiero probar la clase de GAP”. Y fuimos a probarla. Tenían bastantes ejercicios en el suelo, así que me desenvolvía sin ayuda. Hasta que, por algún problema de éstos tan frecuentes en atáxicos, dejé de poder ir durante varios meses. Y claro, perdí todo. Y dejé las clases, quedándome sólo con los aparatos y la piscina. Actualmente me muevo por el gimnasio en silla de ruedas… sigo haciendo toda mi tabla anterior, pero ya no ando.
Pues bien, el otro día pasé por delante del tablón de horarios de las diferentes clases, y allí estaba, GAP. Y pensé: “¡qué narices! voy a volver a las clases… llevo un año sin parar de hacer ejercicio, igual he recuperado algo”. Sería el cansancio, el estrés de la semana… no sé. Fue un pensamiento impulsivo, un pronto. Pero lo dije… y lo hice.
Y allí estaba hace tres semanas, en la puerta de cristal de la clase… empeñada en conseguirlo… Pues no lo conseguí. Necesitaba ayuda en todos los ejercicios. Bueno, en algunos no, me lo concedo. Pasé una tarde regular, pero ya por la noche me había concienciado de haber perdido una batalla, pero no la guerra. Y como a cabezota no me gana nadie, continué en las clases. Y ayer, en mi tercera clase de GAP, no me puede alegrar más de ser una cabezota y cometer locuras impulsivas.
Normalmente me acompaña mi tía al gimnasio, y ella me ayuda en todo: hasta nada en la piscina conmigo. Y ahora está fastidiada con una tendinitis en el hombro, así que no me puede ayudar mucho… pero me acompañó a GAP bajo esa condición. Y yo, de nuevo cabezota e impulsiva, dije: “vale”. Y esta vez, lo conseguí.
No estoy como antes, pero pude hacer cosas que no podía hacer hace tres semanas. Por ejemplo una serie de flexiones. O levantarme sola del suelo. Y eso fue gratificante.
Fue una sensación cálida y reconfortante, como poder decir: “¡sí! estoy mejor”, después de pasarte toda una vida diciendo “pasa el tiempo y estoy peor”. Me sentí motivada, con posibilidades de comerme el mundo por los pies. ¡Contenta!.
Y llegué a los vestuarios. Desvestirse, piscina, ducha, vestirse. Yo en silla, y tropecientas mujeres a mi alrededor, andando, corriendo, saltando, y mirándome con cara de pena… porque casi todas son abuelas, y me quieren adoptar para cuidarme, y ponerme mantitas… en fin. Al tema, que me desvío. Por primera, desde hace mucho, me fue inocuo ese lapso de tiempo en los vestuarios. Siempre me tortura en cierta manera, porque quiero ser como ellas, y no puedo. Pero en esta ocasión no: estaba demasiado concentrada en mi triunfo de hacía pocas horas.
Por la tarde salí de compras y, claro está, acabé en un probador. Odio esos sitios. Odio esos espejos tan grandes. porque cuando me miro en ellos leo ATAXIA tatuada en mi piel. Pero cuando ayer me puse de pié frente al espejo, y me miré las piernas enfundadas en vaqueros, pensé que no estaba tan mal… que si no me centro en los males, hasta paso por una persona normal. Y más contenta me puse.
Al cabo del rato, dije en voz alta: “hoy me siento guapa”. Y mi acompañante me respondió: “es que eres bonita, “mú” bonita”. Vale, era mi tía, otra tía. ¿Y qué? Tiene razón: soy bonita. Y no me refiero simplemente a un atributo físico. Lo bonito es estar a gusto en tu propio cuerpo… estar a gusto siendo tú. No me gusta decir soy más guapa que ésa, porque tampoco me vale para nada… para gustos, colores. La belleza física es poco objetiva. A mí me vale mirarme al espejo y decir, me gusto. Y me gusto así, con mi Ataxia de Friedreich, mi escoliosis, mis pies cabos, y mi silla. Así, cabezota y perseverante. Así, con mis defectos y virtudes. Así de bonita soy.
Y en cuanto a la parte física, porque tiene una parte física, digamos que no me disgusto. Bueno, admito que no soy el ideal de belleza de cualquier hombre. Pero ése es el quid de la cuestión… yo no quiero a cualquier hombre.
Fuente: El blog de la autora: minukanews
Texto original en: Bonita.
********************
2- Sección "Video del día":
Asumiendo responsabilidades por si no fuera del agrado de Carmen, y quisiera apalearme :-) , hago constar que las inserciones tanto de la foto, de cámara oculta :-) , como la de este video, alojado en "YouTube", dedicado a ella, han sido añadidos míos... Juanita Reina (1925-1999) canta 'Carmen de España':
********************
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Olé! ¿Guapa! ¡Así se habla!
ResponderEliminarMe ha producido una gran satisfacción la lectura de tu comentario, suscribiendolo integro admiro tu firme decisión.
ResponderEliminarGracias, sevillana :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.
Gracias a vosotros!
ResponderEliminarBesos.
Esas cosas , o parecidas, suele pasar x mi mente muy de vez en cuando (casi nunca pero bueno....) y la verdad es k tienes razón cuando piensas k lo importante es como te sientas, los demás no suelen importar mucho, a veces te hacen cumplidos k no valen para nada si tu no lo ves así <3
ResponderEliminarBESOS DESDE CANTABRIA.