Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Miguel-A. Cibrián, paciente de Ataxia de Friedreich, de la provincia de Burgos..
Para bien o para mal, en esa controversia no entro, la llamada globalización influye en nuestra forma de expresarnos. Los distintos idiomas y dialectos pueden enriquecernos las expresiones, pero también perjudicarlas. Un ejemplo negativo es la casi desaparición del castellano del pretérito perfecto de indicativo, en favor del pretérito indefinido. Salvo que ambas expresiones aluden al pasado, no es lo mismo, por ejemplo, “he llegado” que “llegué”. Lo primero, no sólo indica pasado, sino también cercanía en el tiempo.
Pero hoy no tocaba lecciones verbales, sino hacer una referencia al uso que se hace de la palabra “sexo”. En el idioma español, sexo es una parte fisiológica del cuerpo. Lo referido al comportamiento o hábito sexual, se define como “sexualidad”.
El título del artículo de hoy ‘El sexo y yo’, no va por mí, sino por un PowerPoint con amplio texto de la escritora chilena Isabel Allende... Yo soy demasiado mojigato para contar mis desventuras sexuales. ¿Pero qué se puede esperar de un ex-seminarista? :-) ... Entre seres humanos, concibo la sexualidad como parte del amor... Me río de las teorías que, aunque los seamos, nos animalizan a los seres humanos, como si no fuéramos esto último, aludiendo a la tendencia a fecundar al mayor número de hembras posible: Me parece confundir el patio humano con una berrea de ciervos :-)
En el mundo rural donde he vivido era totalmente distinto, en este aspecto, a cuanto cuenta en tono de humor Isabel Allende. Lo de que a los niños les trae la cigüeña, no nos hubiera llegado ni hasta los cuatro años. A tan tierna edad ya habíamos presenciado partos de vacas, ovejas, cerdas, y perras. Y, por supuesto, el apareamiento entre vacunos, ovinos, y porcinos. Desde el meteórico mete y saca de los rumiantes, al casi interminable coito del cerdo. Y, a sumar, haber apedreado a numerosas parejas perrunas que, tras descabalgar después de la copulación, por aprisionamiento del clítoris de la hembra al pene del macho, quedaban enganchados, trabados, durante algún tiempo... Y otra curiosidad añadida era la exagerada erección de los burros.
Y, por supuesto, también habíamos visto a los gallos fecundar a las gallinas. Y cómo rompían el cascarón del huevo los pollitos al nacer... De haber sido tan retorcidos como el Tito y el Piraña de la serie ‘Verano azul’, solamente nos hubiera quedado una duda: ¿Y el pez y la “peza”... cómo...? :-)
Y presenciado las más tiernas de las estampas: mamar a un ternero, a un corderito, o a toda una camada de cerditos.... Pero ni siquiera una mujer sentía rubor para sacarse la teta delante de niños, o de quien fuera, y dar de mamar a su bebé. Todo era naturalidad.
Había en el pueblo muchos más gatos que perros. No tenidos como mascotas, sino en total libertad, como controladores de la población de ratones. Por supuesto, los mininos también procreaban a sus anchas, y, anualmente, había que eliminar varias camadas de gatitos, para que la casa no se convirtiera en una gatería. Sin embargo, en estas cosas los gatos era sumamente recatados: nunca les he visto copular. ¿Vendrá de ahí la expresión moji-gatos? :-)
Viene esto a que alguien en el foro de ‘Ataxia y atáxicos’ ha preguntado por el sexo cuando un miembro de la pareja no padece ataxia. Aparte de humor y risitas, no ha sacado nada. ¿Somos todos mojigatos/as? ¿O son cosas pertenecientes a la vida privada de cada uno/a...?.
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2- Sección "PowerPoint del día".
Notas: Este PowerPoint, de 15 diapositivas, está alojado en "SlideShare"... y se titula 'El sexo y yo - por Isabel Allende'... Es solamente texto... Para avanzar diapositiva, pinchar en el triángulo, con vértice hacia la derecha, de debajo de la pantallita.
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Muy interesante!!!
ResponderEliminarGracias por compartir!!!