Blog "Ataxia y atáxicos".
Por Miguel-A. Cibrián, paciente de Ataxia de Friedreich
Nota:s Texto escrito hace varios años.
Ir al capítulo anterior de esta serie: Ajustar los deseos - La zorra y las uvas
Fue el atáxico de Zaragoza, Carlos Germán, quien pegó en nuestra lista de correos (HispAtaxia) el enlace para bajarse el libro "De vuelta en Palestina". En varias otras
ocasiones se ha adjuntado enlaces a libros, de autores famosos, en formato de Woord. Más bien, estos últimos parecen ser copias piratas. El hecho de rayar
la ilegalidad, no supondría para mi lectura el más mínimo problema ético. Jamás comercializaría con una obra de autor previamente pirateada, pero hacer de
ella un uso puramente personal, me parece cuestión distinta, además no punible por la ley. De todas formas, sobre la bajada de este libro, no hablamos de ilegalidad
en materia de derechos de autor: Es el propio "escritor" (entrecomillado) quien lo cede gratuitamente a los lectores que desen bajarlo a su ordenador.
He entrecomillado antes la palabra "escritor", porque el autor, Jose Luis Rodríguez
Rodán, no puede escribir, sino solamente (y con deficiencias en el habla) dictar, o
narrar. Indudablemente, esta circunstancia, ante quienes conocemos los entresijos de la
discapacidad, sumara muchos enteros al valorar la obra, no sólo desde el punto de vista
literario, sino también del esfuerzo puesto en su realización.
Jose Luis es un PC, así
dicen ellos. Para nosotros, mínimamente influienciados por el leguaje informático, es mejor
decirlo con todas las letras, pues tales siglas las solemos ver con otro significado:
ordenador (Personal Computer). En realidad, tales siglas, en el caso de Jose Luis,
vienen a decir que sufre Parálisis Cerebral. Un día me enamoré de una fase de autor y a
menudo me la aplico. ¡Hoy va por Jose Luis!: "Un héroe es quien hace lo que puede".
(Romain Rolland).
(Párrafo actualizado): Bien, el libro en cuestión, estuvo alojado en el servidor gratuito "Geocities" pero tal sitio cesó en su actividad hace varios años. Supe de su intención de cierre, pues allí tuvimos alojada nuestra primera web de Hispano-Ataxia. Por ello, hice una copia del archivo cerrado (tal y como era) completo, afortunadamente... Ahora, el libro puede bajarse, o leerse, en formato .PDF, desde nuestro sistema web, pinchando en: "De vuelta en Palestina"... Son solamente 637 KB, o 127 páginas llenas de
intensidad y fáciles de leer.
No haré una crítica literaria. Creo que
cualquier escritor, pongamos por ejemplo Cervantes, se moriría de risa escuchando las criticas literarias a su Quijote hechas a lo largo de los siglos y viendo que
le sacan pretensiones y alegorías que ni siquiera pasaron por su cabeza. ¿Qué ha pretendido Jose Luis? Pues eso yo no lo sé... dejo que cada lector saque sus
conclusiones. Ni siquiera creo que los escribientes ocasionales y no expertos de libros o de artículos tengamos muy claras las pretensiones. Más bien, aunque en
inicio premeditemos un argumento, el desarrollo sobre la marcha puede cambiar el plan. Un párrafo aquí o allá, un punto temático metido con posterioridad, o
un cambio del final de la historia a relatar, pueden alterar el resultado previsto.
"De vuelta en Palestina" se trata de una novela, o historia novelada, un poco cruda (por la temática tratada) y enfatizando matices que pueden llevar a pensar en
exageraciones... simples ponderaciones... exactamente igual que cualquier otra historia o novela... al más puro estilo del proverbio: "hace más ruido un árbol
derrúmbandose, que todo un bosque creciendo". Y es que el armonioso desarrollo del total de la arboleda no sería material práctico para argumento de novela.
Es preciso escribir sobre el árbol derrumbado y poner énfasis en su ruidosa caída. Pero todo esto es normal e imprescindible en la escritura de cualquier libro...
de lo contrario, todo texto carecería de interés para los lectores. Sin embargo, no es tan importante el hecho en sí narrado por Jose Luis, como la cantidad de
cuestiones que puede poner en nuestras mentes tanto de personas capacitadas como de discapacitadas. Sinceramente, recomiendo su lectura.
En algunas ocasiones, he dicho en la lista de correos ser, salvo artículos periodísticos cortos, un lector muy ocasional de libros. Se debe a mis dificultades de
concentración. No sólo es poco substancial leer un libro en cuya lectura tu mente ha estado semiausente, sino también un
peligro al crear un vacío que la mente tiende a rellenar rumiando las negras circunstancias de la propia enfermedad. Y, al
igual que no me leí las obras piratas mencionadas al inicio de mi escrito, tampoco me hubiera molestado en bajarme de la
red este libro de haber juzgado por su título. Y es que lo de "De vuelta en Palestina" suena a bodrio turístico-religioso
referido a los llamados santos lugares. Afortunadamente, el mensaje anunciador de bajada del libro incluía un artículo del
diario "El País", de Rosa Montero,
http://camuflaje.blogspot.com/2005/08/el-pas-semanal-domingo-24-de-noviembre_11.html , con un comentario sobre el
texto donde opositaba los términos minus-válido con más-válido. Me dije que aquel era mi tema, y bajé el libro.
Sí, es mi tema, por desgracia. Posiblemente, esto sea para mí como para un director el rodaje de una película
cinematográfica sobre el cine mismo. Le parece una obra maestra, pero resulta un fiasco en la rentabilidad de taquilla.
¡Mecachis!, mejor hubiera sido hacer una de indios tan espectacular que no quedara ni el apuntador para contarlo. Y
llegamos a la recaudación taquillera... al dinero... siempre el cochino dinero... ¿Qué interés puede suscitar en esta
sociedad un discapacitado, que ni produce, ni es rentable, y ni siquiera tiene poder adquisitivo para ser cliente
consumidor?.
Como Rosa Montero, pienso que este libro no será un best-seller ni ocupará puestos principales en los anaqueles de las librerías. Si somos capaces de dejar un
huequecito al silencio, no queremos aldabonazos que, en medio del sosiego, perturben la paz de nuestra mente. Así, salvo que haya invitados, en mi casa no hay
manjares para comer, ni siquiera ponemos en la mesa vino, licores, o café... solamente alimentos básicos, nutritivos y variados. Sin embargo, mi madre se irrita
cada vez que en el telediario nos muestran la cara del hambre en el mundo, enseñando imágenes de esos niños malnutridos rodeados de moscas. Y suelta: "¡Es
que no tendrán otra cosa que dar a la hora de la comida!"... Jose Luis, ¿tú crees que tu libro será bienvenido por parte de toda esa gente que, como si no
existieramos, pretende ignorar la existencia de nuestro mundo? ¿No será en su conciencia un aldabonazo perturbador de su paz, el cual no quiere oír?.
No entiendo muy bien lo de "Palestina" en el título. Ignoro si es un error o un cambio intencionado. Creo que debiera ser "De vuelta en Galilea", que es como
aparece la metáfora en el texto, comparando una tesitura vital con el episodio del evangelio de los discípulos de Emaús en su regreso.
Tal vez, como dice nuestro compañero Vicente Sáez, Vallés (ya fallecido) nosotros los atáxicos, con relación a la discapacidad, no somos "ni chicha ni limoná". Vivimos la
normalidad y, luego, empezamos a pasar de forma progresiva por toda la escala de grises de la minusvalía camino degenerativo, como una película en blanco y
negro. Todo es cambiante... y no existe nada a lo que atenerse. Parecemos la grabación de un regalo de joyería para enamorados: "Hoy me siento más jodido
que ayer, pero menos que mañana".
En el amor, buena parte de los discapacitados nos hemos caído de altas torres. Su búsqueda es una necesidad humana que no cuadra muy bien con la idea social
de las circunstancias que nos ha tocado en la rifa de la vida, donde no es necesario adquirir boletos para ser adjudicatario, sin posibles escusas, de un nefasto
"premio". Unas veces nos caemos porque el amor es ciego (y la necesidad nos impide ver), otras porque no es tan ciego como lo pintan (y los intereses están
marcados en el color rojo de "deberes", los "haberes" prácticamente no existen), y las más de la veces porque al lado del enamorado ciego hay varios pares
de ojos mirando la realidad con lupa. Y lo jodido es eso: que ven la auténtica, puta, y cruel realidad. ¡Nada que alegar! Berrinche al canto. Cuanto más se sube,
en ocasiones, más dura puede ser la caída. Ni siquiera en nuestra situación vale lo de "un clavo saca otro clavo".
Remarco las
palabras del libro de una tal Mercedes al protagonista (discapacitados ambos ): "¿Qué os pasa a los
tíos? Veis unas piernas que andan y babeáis como niños. Pero es que os dais batacazos como
los bebés y no aprendéis nada. Sois imbéciles, en realidad. ¿Por qué no os pone cachondos
una tía en silla de ruedas? ¿Es que nosotras no tenemos manos para acariciar o corazón para
recordar o agujeros para jugar? Sois bebés imbéciles que buscáis a vuestra mamá, en vez de
buscar a una mujer. Nadie os ha enseñado a amar y no lo aprenderéis nunca. Ya sólo sabéis
pajearos con Claudia Schiffer.". ¡Sin comentarios!.
(Continuará).
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